BLOOMBERG
HALLAZGO HISTÓRICO

Científicos lograron restaurar la actividad celular en órganos vitales de cerdos una hora después de la muerte

Científicos revivieron con éxito órganos vitales de cerdos fallecidos con una tecnología que parece prometedora para el trasplante de órganos y difumina aún más la línea entre la vida y la muerte.

cerdos
La investigación, publicada el miércoles en la revista Nature, desafía la suposición de que la muerte del tejido es rápida e irreversible, ya que científicos pudieron restaurar la función de varios órganos una hora después de que los corazones de los cerdos se hubieran detenido. | BLOOMBERG

Científicos revivieron con éxito órganos vitales de cerdos fallecidos con una tecnología que parece prometedora para el trasplante de órganos y difumina aún más la línea entre la vida y la muerte.

La investigación, publicada el miércoles en la revista Nature, desafía la suposición de que la muerte del tejido es rápida e irreversible, ya que científicos pudieron restaurar la función de varios órganos una hora después de que los corazones de los cerdos se hubieran detenido.

“Los hallazgos más recientes plantean una serie de preguntas, entre ellas, si será necesario revisar las determinaciones médicas y biológicas de la muerte”, dijo Brendan Parent, director de investigación de políticas y ética de trasplantes de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, en comentarios anexos al artículo. Los hallazgos, indicó, también pueden forzar un replanteamiento de los procesos de cuidados intensivos.

Comer hamburguesas y alimentos procesados todos los días puede aumentar el riesgo de Alzheimer

Poco después de un paro cardíaco, la sangre deja de circular por el cuerpo, lo que resulta en una falta de circulación de oxígeno y nutrientes que desencadena una serie de procesos que conducen a la muerte celular y la lesión de órganos. Los científicos han estado buscando formas de proteger las células y los órganos de este proceso durante años.

Investigadores liderados por David Andrijevic de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale adaptó una tecnología llamada BrainEx para uso de todo el cuerpo y descubrió que funcionaba mejor que una técnica estándar para agregar artificialmente oxígeno a la sangre, llamada oxigenación por membrana extracorpórea, o ECMO, que se usa en los hospitales para ayudar a los pacientes cuyos los órganos han fallado.

Preocupación en Nueva York tras detectarse el virus de la poliomielitis en aguas residuales

Sistema

El sistema ajustado, diseñado por Andrijevic y dos colegas y llamado OrganEx, permitió que el oxígeno recirculara a través de los cuerpos de los cerdos, preservando células y órganos una hora después de un paro cardíaco. El grupo había demostrado anteriormente que BrainEx podía restaurar parte de la actividad en las células de los cerebros de los cerdos después de horas de privación de oxígeno.

Los hallazgos son prometedores para la conservación y el transporte de órganos para trasplantes, dijeron los investigadores, aunque se mostraron reacios a especular sobre otros usos.

“Esto está muy lejos de usarse en humanos”, dijo Stephen Latham, director del Centro Interdisciplinario de Bioética de Yale, y agregó que el proceso requerirá mucho más estudio antes de que los científicos lo contemplen para las personas.

Layla, de 17 meses, tiene el raro síndrome de cabello impeinable: solo hay 100 casos en el mundo

Otros que no participaron en la investigación dijeron que los hallazgos tienen más ramificaciones.

“La muerte biológica se parece más a una caída de fichas de dominó, un suceso desencadena el siguiente”, dijo Martin Monti, profesor de psicología cognitiva en la Universidad de California en Los Ángeles.

“Lo innovador de esta tecnología”, dijo Monti, “es que esta caída puede detenerse en algunos órganos si solo se pueden restaurar el entorno celular y los parámetros metabólicos correctos. Las implicaciones potenciales, si esto alguna vez se traduce con éxito a los humanos, son enormes”.

Los investigadores enfatizaron que los cerdos no sufrieron dolor porque estaban anestesiados y no se detectaba actividad eléctrica en sus cerebros.