Las expectativas de inflación implícita en México se elevaron a un récord esta semana luego de que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, cancelara un aeropuerto de US$13.000 millones, lo que generó la mayor caída del peso en dos años.
La tasa de equilibrio a 10 años del país, un proxy del mercado de bonos sobre las perspectivas del costo de vida durante la próxima década, subió 0,5 puntos porcentuales en el último mes, la mayor cantidad según datos de Bloomberg que se remontan a 2012, a 4,92%.
El banco central de México tiene como objetivo una inflación de 3%.
El debilitamiento del peso, que ha bajado un 5,1% tras la decisión de López Obrador, ha sido la principal inquietud del banco central en las últimas reuniones. Se anticipa que Banxico aumente hoy la tasa de interés clave en un 0,25% a 8%, según el pronóstico promedio de 27 analistas encuestados por Bloomberg.