La inflación británica inesperadamente se aceleró en agosto, impulsada por el costo de los espectáculos teatrales, los juegos de computadora, las tarifas del transporte y la indumentaria. El salto de 2,5 por ciento a 2,7 por ciento podría plantear preguntas acerca de cuán rápido la inflación volverá a la meta del Banco de Inglaterra (BOE por la sigla en inglés). El BOE elevó las tasas de interés el mes pasado para moderar las presiones de precios que habían surgido, y algunos economistas esperaban que la inflación se desacelerara a la meta de 2 por ciento para fin de año, antes de lo que pronosticaron los funcionarios en agosto.
La libra dio un salto tras conocerse los datos, llegando al nivel más alto en dos meses. Subió 0,4 por ciento a US$1,3206 a las 09:46 hora de Londres. Las apuestas a otro aumento de tasas del BOE para mediados de 2019 se incrementaron. El BOE esperaba que la inflación se desacelerara a 2,4 por ciento el mes pasado, al igual que los economistas que participaron en una encuesta de Bloomberg. En cambio, subió al nivel más alto desde febrero. Las presiones ascendentes provinieron principalmente del sector de recreación y cultura, donde los precios treparon 3,6 por ciento, más que nunca desde 2010. Hubo influencias compensatorias de los muebles, los combustibles para autos y los cargos de los teléfonos móviles. La inflación subyacente, que excluye los alimentos, la energía, el tabaco y las bebidas alcohólicas, que son volátiles, se elevó a 2,1 por ciento en agosto.
Los mercados de dinero ahora computan una probabilidad de 69 por ciento de que el BOE haga un ajuste en mayo, superando el porcentaje aproximado de 60 por ciento de ayer. Pero el resultado de la situación sería impredecible si el país se retirara del bloque sin haber llegado a un acuerdo.
El repunte del aumento de los precios es una mala noticia para los trabajadores británicos, cuyos salarios apenas superan aún la inflación. El salario real sigue por debajo de los niveles anteriores a la crisis financiera. Los precios de los insumos de producción aumentaron 0,5 por ciento en el mes, llevando el incremento anual a 8,7 por ciento. Los precios de producción treparon 2,9 por ciento en el año.