Desde finales de 2016, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y otras naciones, como Rusia, Kazajstán y México, han administrado el mercado del petróleo, dando lugar a un grupo popularmente conocido como OPEP+.
Sin embargo, el futuro del bloque, que incluye a los archienemigos Arabia Saudita e Irán, es tan incierto que Rosneft PJSC, la petrolera estatal rusa, afirmó a los inversores el martes que ignoraba si sería la OPEP+ o alguna otra combinación de productores la que tomaría las decisiones en el futuro cercano.
Los planes de producción de petróleo de Rosneft para finales de 2018 "dependerán de lo que ocurra en el frente de la OPEP", dijo Eric Liron, el principal ejecutivo de la compañía a cargo de la producción, "Ya sea OPEP, OPEP+, OPEP++, OPEP-, OPEP- -. ¡Lo que sea!"
Hasta el momento, ninguno de los países que componen la OPEP+, la cual representa más de la mitad de la producción mundial de petróleo, ha insinuado que planea abandonar la alianza. Sin embargo, hay claras tensiones entre Arabia Saudita y Rusia, por un lado, e Irán por el otro. Teherán acusó a Riad y Moscú de inundar el mercado en violación de su acuerdo.
Arabia Saudita y Rusia también han considerado formar un nuevo organismo que algún día podría suplantar a la OPEP. México eligió recientemente un nuevo Gobierno, lo que abre la puerta a un cambio en la política petrolera.
En última instancia, puede que la configuración exacta del grupo no importe mucho. Arabia Saudita y Rusia ya están al mando: toman bilateralmente las grandes decisiones sobre la producción de petróleo. La parte más importante del comentario de Liron podría ser la última: "¡Lo que sea!"