Los mercados generalmente no están acostumbrados a recibir sorpresas de la Fed, pero es exactamente lo que recibieron. La señal del banco central de que no habrá aumentos de tasas durante el resto de 2019 impulsó fuertemente los activos de riesgo en todo el mundo. En particular, los mercados emergentes registraron una serie de superlativos.
El índice MSCI de moneda de mercados emergentes, liderado por el rand, se encontraba en su nivel más alto desde la crisis del peso argentino de junio pasado. Todos los mercados bursátiles importantes avanzaron, excepto el de Malasia, ubicando así al indicador de acciones de MSCI rumbo a su cuarto avance en cinco días. Por otra parte, un índice de bonos en moneda nacional de mercados emergentes llegó a su nivel más alto desde abril.
Recortes de tasas a la vista
La postura de tono suave de la Fed ahora aumenta la probabilidad de que los bancos centrales de los mercados emergentes busquen suavizar su política en los próximos meses. Indonesia, uno de los países de tono más duro el año pasado después de que el gobernador Perry Warjiyo tomara las riendas, es un buen ejemplo, ya que tanto Goldman Sachs Group Inc. como Morgan Stanley pronostican recortes en las tasas. Fitch Ratings dijo que el déficit de la cuenta corriente de Indonesia evitará que los formuladores de política reduzcan las tasas antes de 2020.
Cinco permanecen en espera
Entretanto, Filipinas y Taiwán completaron un quinteto de bancos centrales en espera esta semana, sin cambiar sus tasas de referencia. Los formuladores de política en Brasil y Tailandia hicieron lo mismo ayer. Y se pronostica que Colombia, hogar de la bolsa de valores de mejor desempeño de este año en términos de dólares, hará lo mismo mañana. Todo esto hace que la próxima ronda de reuniones de bancos centrales sea mucho más interesante, a medida que el enfoque inevitablemente regresa al contexto de la desaceleración del crecimiento global.
Atrapando la ola. Rusia comprobó nuevamente la indiferencia del inversor frente a la amenaza de sanciones que se cierne sobre el gobierno del presidente Vladimir Putin. Tal vez esta indiferencia no sea sorprendente a la luz del excelente desempeño del rublo este año, los rendimientos relativamente altos de Rusia, un puntaje crediticio de grado de inversión y casi medio billón de dólares en reservas de divisas.