La canciller alemana, Angela Merkel, abandonará su cargo al frente del partido Demócrata Cristiano después de casi dos décadas, dijo una persona familiarizada con el tema, una fuerte señal de su autoridad menguante que generará dudas respecto de su permanencia en el poder como canciller.
El revés imprevisto de Merkel, de 64 años, señala el comienzo del fin de una era en la cual al frente de Alemania puso su sello tanto dentro como fuera de Europa durante más de diez años. Aun así, el mandato de Merkel como canciller se extiende hasta 2021 y ella ha dicho que tiene la intención de cumplirlo.
La canciller dijo en una reunión de los dirigentes de su Unión Demócrata Cristiana este lunes que no volverá a presentarse como candidata a presidenta en una convención en diciembre, según una fuente. La reacción del mercado fue apagada en tanto el euro se mantuvo por encima del mínimo de la semana pasada frente al dólar al conocerse la noticia, que siguió a los traspiés que sufrió el bloque encabezado por la CDU de Merkel en las elecciones regionales este mes. La propia Merkel adjudicó las derrotas a las luchas internas de su gobierno nacional.
Después de 18 años como jefa del partido, la medida deja abierta la carrera sucesoria por un cargo que ha sido tradicionalmente el trampolín para los cancilleres de la CDU.
Candidatos
Entre los posibles candidatos figuran el ministro de Salud, Jens Spahn, que ha criticado públicamente su política de puertas abiertas para los refugiados y cuenta con el apoyo de los social conservadores de la CDU; Ralph Brinhaus, un halcón fiscal que inesperadamente derrotó a quien fuera durante mucho tiempo líder de las primarias parlamentarias de Merkel; y Annegret Kramp-Karrenbauer, la secretaria general de su partido seleccionada personalmente a la que se suele citar como su sucesora más probable.
Otros posibles candidatos son los jefes de gobierno de dos estados, Armin Laschet y Daniel Günther, que han adquirido influencia por haber llevado a la victoria a la CDU en las elecciones regionales.
No obstante, el potencial de cambio en Alemania se ve limitado por la constitución del país y un centro político relativamente fuerte.
“Aunque Merkel fuera reemplazada y/o un nuevo gobierno asumiera en Berlín, con o sin nuevas elecciones, una vez calmada la situación no habría un cambio significativo”, dijo en una nota Holger Schmieding, economista jefe de Berenberg. “Cualquier coalición concebible en Berlín seguiría dominada por los partidos mayoritarios, CDU/CSU (Unión Social Cristiana), SPD (Partido Social Demócrata), los Verdes y los Liberales de menor envergadura”.