Días después de que Jair Bolsonaro anunciara que conseguiría que los miembros de las tres ramas del gobierno firmaran un pacto a favor de los proyectos de ley proempresariales, incluida una reforma a las pensiones antes del 10 de junio, los legisladores brasileros se manifestaron en duda. Por un lado, un grupo de legisladores de Brasil argumentó que el presidente aún "estaba haciendo muy poco para frenar las disputas políticas", mientras que, por el otro, un núcleo de dirigentes indicó que el acuerdo "infringiría la independencia judicial".
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"El Poder Judicial no debe hacer pactos con nadie, incluso hablar de eso es inapropiado", sostuvo José Nelto, líder de la Cámara Baja del partido centrista Podemos. "No veo cómo funcionaría este pacto", manifestó Nelto. La solicitud de Bolsonaro llega tras semanas marcadas por tensiones políticas y luchas internas entre aliados y funcionarios gubernamentales.
Algunos de sus partidarios pidieron el cierre tanto del Congreso como del Tribunal Supremo, y además atacaron verbalmente a miembros de su propia administración. Lo que está en juego es la aprobación de medidas de austeridad clave que los inversionistas consideran cruciales para reducir la deuda del país y hacer que la mayor economía de América Latina recupere el rumbo.
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Según Augusto Coutinho, líder del partido centrista Solidariedade, lo primero que debe realizar Bolsonaro es priorizar los esfuerzos para mitigar los conflictos entre sus principales partidarios. "Para empezar, debería haber un acuerdo interno", analizó Coutinho. Por su parte, el líder de la Cámara Baja del partido proempresarial DEM, Elmar Nascimento, sostuvo que "la única forma en que un pacto funcionaría sería si Bolsonaro comprendiera mejor las necesidades de la sociedad brasileña". "Cualquier pacto no debe ser a favor o en contra del gobierno", concluyó Nascimento.
CP