Indra Nooyi dejará el cargo de máxima ejecutiva del gigante de alimentos y bebidas PepsiCo Inc., y entregará el control a un alto ejecutivo en una transición que atraerá la atención sobre la escasez de mujeres CEO prominentes en el sector empresarial estadounidense.
Nooyi, de 62 años, se retirará del cargo en octubre y permanecerá como presidente hasta principios de 2019. Ramón Laguarta, de 54 años, quien ha sido candidato para asumir el cargo desde que fue promovido el año pasado a presidente, será solo el sexto CEO en los 53 años de historia de la compañía.
Nooyi, nacida en India, es la primera CEO de Pepsi de origen extranjero y la primera mujer en liderar el gigante de los bocadillos y las bebidas, cuyos ingresos superaron los US$63.000 millones el año pasado. Su partida reduce las filas de máximas ejecutivas de empresas del S&P 500 y llega en un momento en que la división norteamericana de bebidas de Pepsi se encuentra estancada en medio de una disminución general en el consumo de refrescos. En sus 24 años en Pepsi, incluidos 12 como máxima ejecutiva, Nooyi ha ayudado a la división Frito-Lay a crecer en una industria desafiante y ha agregado bebidas y bocadillos más saludables a una cartera que incluye Cheetos y Mountain Dew.
"Lo he pasado muy bien siendo CEO, pero en algún momento uno se sienta y dice, mira, es una medida responsable para realizar una transición ordenada y que alguien más asuma el liderazgo de esta compañía", dijo en una entrevista. "Ser una CEO requiere piernas fuertes y siento que corrí dos partes de una carrera de relevos y quiero que alguien más con piernas fuertes y vista aguda venga y lidere esta compañía".
Laguarta, quien lleva 22 años trabajando en Pepsi, dirigió la división de Europa y África Subsahariana antes de convertirse en presidente el año pasado, donde supervisaba las operaciones globales, estrategia, políticas públicas y asuntos gubernamentales. Nacido en Barcelona, trabajó en el fabricante de caramelos Chupa Chups antes de unirse a Pepsi.
Nooyi asistió a la escuela de posgrado de la Universidad de Yale y llegó a Pepsi, con sede en Purchase, Nueva York, en 1994 como directora de estrategia corporativa, siendo promovida al cargo de CEO en 2006. En ese momento, solo unas pocas mujeres dirigían las principales compañías estadounidenses, y todavía hay menos de 30 mujeres CEO en el S&P 500.
Nooyi se enfrentó al inversionista activista Nelson Peltz, rechazando una oferta para dividir la compañía, y ha guiado a Pepsi a través de una etapa complicada debido a que los cambios en cómo se alimentan y compran los consumidores estadounidenses han afectado a las empresas de alimentos y bebidas más grandes del mundo.
Durante el tiempo que Nooyi ha liderado la compañía, las acciones de Pepsi han subido cerca de un 80 por ciento, mientras que las de su rival Coca-Cola ha aumentado más del doble, al igual que el S&P 500.
"El legado de Indra es que ella descubrió en un entorno difícil que podía dirigir una gran compañía e impulsar grandes resultados y hacer algo bueno al mismo tiempo, mientras que tuvo un impacto duradero como líder e icono global", dijo Blair Effron, cofundador de Centerview Partners, un banco de inversión y firma de asesoría que ha trabajado con una gama de gigantes de consumo, incluida Pepsi.
Mientras reflexiona sobre sus próximos pasos, Nooyi dijo que posiblemente tomará vacaciones, además de ver al equipo de béisbol de los Yankees de Nueva York, y, bromeó, "escuchar algo de música, dar un paseo por el bosque". Aunque no ha pensado en los posibles próximos pasos, en un momento en que el progreso global en la promoción de más mujeres a puestos de CEO parece haberse estancado, la ejecutiva planea ayudar a desarrollar más talento para garantizar que las mujeres estén representadas en los rangos superiores de las empresas estadounidenses.
"Creo que la gente como yo, después de que dejemos trabajos privilegiados de CEO, no creo que podamos quedarnos en silencio", dijo. "Tenemos que seguir luchando en la batalla para desarrollar a las mujeres, orientarlas, apoyarlas, de modo que podamos conseguir que más mujeres altamente calificadas, y hay muchas, lleguen a la sala de juntas, a cargos en la alta dirección y al máximo cargo de CEO. De hecho, mi trabajo está recién comenzando una vez que salga de PepsiCo porque ahora puedo hacer las cosas que no podía hacer cuando era CEO de la compañía".
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