Un advenedizo anti establishment está inyectando dramatismo a las elecciones de Letonia, que por lo general son aburridas.
La pequeña nación báltica está probando el sabor del populismo que ha trastornado la política desde Londres hasta Roma mientas un nuevo partido amenaza con romper con el esquema tradicional. Su ascenso desafía a las coaliciones de centro-derecha que prevalecen habitualmente en este país miembro de la Unión Europea y de la OTAN. Adicionalmente, el mayor número de votantes indecisos en más de una década aumenta la incertidumbre.
Las encuestas sugieren que los partidos tradicionales una vez más podrán cerrar filas para formar un gobierno después de la votación del 6 de octubre. Pero el recién llegado KPV LV - que significa "¿A quién pertenece el estado?"- ha encontrado que sus promesas de "cambio radical" y el fin de los trabajadores que huyen hacia el oeste en busca de un salario más alto están siendo escuchadas.
No descartará trabajar con Harmony, un partido dirigido a la minoría étnica rusa de Letonia que habitualmente gana el mayor número de votos, pero nunca ha gobernado. Tal alianza pondría nerviosos a muchos en Letonia, que alguna vez fue un miembro renuente de la Unión Soviética. El temor a la intromisión del Kremlin sigue siendo agudo, particularmente después de la anexión de Crimea.
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"Hay un estado de ánimo anti establishment muy pronunciado en Letonia", dijo Arnis Kaktins, director del centro de estudios SKDS. "Hay un gran deseo de algo nuevo. Si nos fijamos en el contexto más amplio, lo mismo está sucediendo en una serie de otros países de Europa".
La aritmética parlamentaria será complicada. Se prevé que hasta ocho partidos ingresarán a lo que el presidente Raimonds Vejonis advirtió esta semana que sería una asamblea fragmentada. El primer ministro, Maris Kucinskis, tiene la esperanza de que su Unión de Verdes y Agricultores, el partido más popular en la actual alianza gobernante, logre construir otra coalición.
El éxito de KPV LV, una vez tercero pero ahora cuarto en las encuestas, puede depender de en qué dirección se incline finalmente la cuarta parte del electorado que está indecisa. Dado que los migrantes son un problema menor en Letonia, el partido arremete contra a las elites, quiere reducir drásticamente el gobierno y se compromete a no aumentar los impuestos. Ha sido especialmente activo en las redes sociales y ha intentado persuadir a la diáspora en lugares como el Reino Unido e Irlanda.
KPV LV declinó hacer comentarios para este artículo.
Al igual que el advenedizo, Harmony se ha mantenido hermético ante la perspectiva de una asociación con el partido. Pero ha renovado su imagen para ampliar el apoyo más allá del 25 por ciento de la población que se identifica como étnica rusa, abandonando un acuerdo de cooperación ridiculizado con el partido Rusia Unida que respalda al presidente Vladimir Putin y uniéndose a los socialistas europeos.
"Este sistema no está funcionando, no cumple lo que promete a la gente, que es prosperidad, pensiones más altas y ser como Europa", dijo en una entrevista Vjacelsavs Dombrovskis, candidato a primer ministro de Harmony. "Harmony es el partido que emprendió la monumental tarea de unir a letones y no letones".
Un partido con una base de apoyo similar entre los ciudadanos de habla rusa se tomó el poder en la vecina Estonia en 2016, rompiendo un tabú para la región del Báltico. Desde entonces no ha habido ningún cambio perceptible en la seguridad o la política exterior, lo que puede tranquilizar a los letones. Sea cual sea el resultado de la elección, Vejonis dijo que el próximo primer ministro debe ser alguien que apoye la actual dirección pro Europa y Estados Unidos del país.
Las demandas de cambio entre los votantes son comprensibles en un año de escándalos de lavado de dinero para los bancos del país y cargos de corrupción contra el gobernador del banco central. El segundo crecimiento económico más rápido en la UE y una tasa de desempleo cerca de un mínimo de una década no han convencido al público de que Letonia está en el camino correcto, según un sondeo de septiembre.
KPV LV ha logrado convencer a muchos de que "la clase gobernante podrida ha corrompido el estado y no es posible realizar cambios positivos en Letonia sin eliminarlos", dijo Una Bergmane, politóloga y profesora de la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres en un análisis para el Instituto de Investigación de Política Exterior.