Los fundamentos alcistas del peso mexicano tienen poco que perder, sin importar quién gane las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre.
Si Joe Biden gana, como sugieren encuestas recientes, el peso podría recibir un impulso del riesgo cada vez menor de la retórica antimexicana de la Casa Blanca. Incluso si Donald Trump gana, se espera que las tasas de interés en la segunda economía más grande de América Latina se mantengan elevadas, anclando el peso.
“Independientemente del resultado esperaríamos que se mantenga estable la moneda después de las elecciones y si ganara Biden, podríamos ver un rally más fuerte”, dijo Claudia Ceja, estratega de BBVA en Ciudad de México. “Si Biden gana, podríamos ver una fuerte recuperación”.
Ceja pronostica que la moneda se fortalecerá casi 10% a 20,8 por dólar para fin de año, aunque dice que es demasiado pronto para suponer sobre el ganador de las elecciones de noviembre. Brendan McKenna, estratega de Wells Fargo en Nueva York, pronostica que el peso cerrará el año en 21,5 por dólar.
Hay ciertas advertencias. Pase lo que pase, Trump permanecerá en el cargo hasta al menos el 20 de enero de 2021. Además, ya sembró la idea de posponer la votación.
Sin embargo, los operadores no esperaron su inauguración hace cuatro años: el peso perdió una quinta parte de su valor en los tres meses posteriores a noviembre. Además, muchos analistas, incluida Ceja, dicen que Biden será más amigable con el mayor socio comercial de EE.UU.
Entretanto, los inversionistas deben prepararse para una debilidad en agosto, generalmente un mes volátil para las monedas de países en desarrollo, a medida que el volumen disminuye y la volatilidad aumenta.
La economía mundial cae más de lo esperado: ¿rebotará más rápido?
En la última década, el peso mexicano perdió un promedio de 2,3% frente al dólar en agosto. Cayó por sexto día hoy.
Muchas monedas de mercados emergentes ya están bajo presión por la pandemia y la tensión entre EE.UU. y China.
Sin embargo, en un horizonte de tiempo más largo, las altas tasas mexicanas, en comparación con sus pares, ayudarán a sostener el peso. La tasa de México de 5% figura entre las más altas del mundo, tanto en términos nominales como reales.
Algunos analistas, incluido Christian Lawrence, estratega de Rabobank, dicen que la volatilidad podría erosionar la demanda de carry y generar debilidad a corto plazo.
“El peso no será tan sensible a las elecciones como antes”, dijo en una entrevista desde Nueva York. “Para mí, es más probable que aumente la volatilidad y eso pesa sobre México”.
El consenso de la encuesta mensual de Banxico a 36 economistas publicada el lunes, indica que el peso cerrará el año en 22,69 por dólar, aproximadamente 0,7% más fuerte que el nivel 22,86 de ahora.
JPMorgan Chase & Co. mantuvo su recomendación sobreponderada en pesos, según una nota publicada el lunes.