Rusia ha dicho que el presidente sirio, Bashar al-Assad, es un líder popular que tiene todas las posibilidades de volver a ganar las elecciones, dando la bienvenida a una distensión en las relaciones entre su régimen y las naciones árabes.
"Es bastante popular; si no lo fuera, los resultados de los últimos años habrían sido diferentes", dijo el enviado del presidente Vladimir Putin para Oriente Medio, Mikhail Bogdanov, en una entrevista en Moscú esta semana. "Por supuesto, creo que sí", agregó, cuando se le preguntó si el líder sirio podría triunfar en las próximas elecciones presidenciales.
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Está previsto que a principios del próximo año comience el trabajo para una nueva Constitución de Siria antes de las elecciones supervisadas por la ONU. Assad ganó un mandato presidencial en 2014 que finalizará en 2021. Después de casi siete años de guerra civil, el Gobierno sirio está reforzando el control sobre el país, y se prevé que la retirada de las fuerzas estadounidenses devolverá una región clave rica en petróleo a las autoridades centrales.
Rusia espera que la Liga Árabe, que suspendió la condición de miembro a Siria en 2011, vuelva a permitir la entrada del país, dijo Bogdanov, quien también es viceministro de Relaciones Exteriores.
"Muchos países árabes han comprendido que esta decisión no estuvo bien pensada e incluso fue contraproducente", dijo. "Es muy importante para los sirios y árabes restablecer los lazos".
Relajación del aislamiento
El presidente sudanés, Umar al-Bashir, realizó la primera visita de un líder árabe a Damasco desde que comenzó la revuelta contra el Gobierno de Assad en 2011, viajando en un avión ruso, según Bogdanov. Ese viaje siguió a un saludo amistoso entre los ministros de Relaciones Exteriores de Siria y Bahréin en las Naciones Unidas en Nueva York en septiembre y a informaciones de que los Emiratos Árabes Unidos planean reabrir su embajada en Damasco.
Turquía, que durante años ha exigido la destitución de Assad, dijo a principios de este mes que consideraría trabajar con el líder sirio si ganara unas elecciones democráticas.
"Estos son acontecimientos muy importantes y nos complacen", dijo Bogdanov.
El alto diplomático ruso minimizó las preocupaciones sobre el creciente papel de Irán en Siria y dijo que las fuerzas respaldadas por Irán abandonarán el país cuando el Gobierno restablezca el control total de todo el territorio.
"Si la soberanía y la unidad territorial de Siria se restablecen, no habrá ninguna razón para que estén allí", dijo, refiriéndose a las milicias pro iraníes y las fuerzas militares iraníes.
Rusia también está lista para mediar entre Damasco y los kurdos sirios en el noreste, que han estado bajo protección de Estados Unidos, permitir el regreso de las tropas del Gobierno sirio y la eventual retirada de las fuerzas turcas, dijo Bogdanov.
C. P.