La peor crisis política de Puerto Rico en décadas se está intensificando después de que quien debiera ocupar el cargo de gobernadora del Estado Libre Asociado, Wanda Vázquez, dijera que no quiere tomar el poder, lo que enfrenta a la isla en bancarrota a un estancamiento de sucesión sin precedentes.
El domingo, Vázquez, la secretaria de Justicia, dijo en una publicación de Twitter que esperaba que el gobernador Ricardo Rosselló nombrara un sucesor diferente antes de abandonar el cargo el 2 de agosto. Vázquez, aliada del gobernador saliente y miembro de su Partido Nuevo Progresista, es la siguiente en la lista porque el cargo de secretario de Estado está vacante.
El anuncio aumenta la presión sobre Rosselló, quien tiene menos de una semana para designar a un nuevo secretario de Estado, lo que agrava la disfunción y el caos político de Puerto Rico. Esa persona necesitaría la confirmación de una mayoría en ambas cámaras de la legislatura de la isla.
El siguiente en la sucesión después de Váquez es Francisco Pares, secretario del Tesoro, quien a sus 31 años no tiene la edad suficiente para ser gobernador. La edad mínima es de 35 años. El siguiente en línea parece ser el secretario de Educación, Eligio Hernández, quien dijo a una estación de radio local el lunes que estaba concentrado en su función actual. La oficina de Rosselló no respondió de inmediato a los correos electrónicos en busca de comentarios.
Wanda Vázquez dice que no quiere ser gobernadora de Puerto Rico
El próximo gobernador heredará una economía marcada por la recesión y una ciudadanía enojada por las medidas de austeridad, mientras la isla navega por una quiebra récord y trata de reconstruirse del devastador huracán María de 2017. Tendrá que trabajar con la junta fiscal designada por el gobierno federal que está negociando con los tenedores de bonos para reducir la deuda de miles de millones de dólares de la isla. La crisis política puede retrasar la reestructuración.
"Se necesita un gobernador en los mejores momentos, y se necesita un líder especialmente cuando todo esto está sucediendo", asegura Dora Lee, directora de investigación de Belle Haven Investments, que posee deuda asegurada de Puerto Rico. "Se ha ido tan lejos en la cadena de sucesión que todos se rascan la cabeza y se preguntan: ’¿quién es el siguiente?’"
Rosselló anunció el 24 de julio que dejaría el cargo a la mitad de su mandato de cuatro años, después de semanas de protestas masivas por la filtración de mensajes de texto soeces entre él y su círculo íntimo. El escándalo por los mensajes obligó a renunciar al secretario de Estado en funciones, el siguiente en la lista para ocupar una vacante en el cargo de gobernador, por lo que Vázquez, la secretaria de Justicia, era la próxima en la lista, según la Constitución.
La administración de Rosselló se había debilitado por las renuncias y la acusación este mes contra dos funcionarios de dirigir contratos a empresas favorecidas. Las dificultades para el nombramiento de un nuevo gobernador también ponen de relieve la rapidez con la que el equilibrio de poder ha cambiado en Puerto Rico, una isla con 3,2 millones de habitantes. Los políticos del Estado Libre Asociado, acostumbrados a cerrar acuerdos tras bambalinas y al intercambio de favores, de repente se enfrentan a un movimiento de protesta masivo, enérgico y vocal que logró derrocar a Rosselló, y los manifestantes han indicado que pueden ir tras otros políticos e incluso la junta fiscal.
Choques entre partidos
Vázquez se enfrenta a una fuerte oposición de los manifestantes, de miembros de su propio partido (con quienes se ha enfrentado por investigaciones) y de políticos de la oposición, que se quejaron de que ella era parte del mismo sistema corrupto que Rosselló. Esta oposición podría explicar quizás su reticencia a asumir el poder. El antagonismo, tanto dentro de su partido como de la oposición, pesaba mucho en contra de su nombramiento.
“En cada escándalo que hemos tenido en la isla, no investigó. Lo encubrió”, dijo en una entrevista telefónica el representante del líder de la minoría de la Cámara, Rafael Hernández. "Es por eso que nadie quería que ella se convirtiera en gobernadora".
Vázquez ha negado las acusaciones de irregularidades, calificándolas de ataques perversos. Se convocó una manifestación masiva el lunes frente a la oficina de Vásquez para pedir su renuncia.
Hernández asegura que los líderes del Nuevo Partido Progresista están compitiendo para ser nombrados secretarios de Estado y, por tanto, ser los siguientes en la lista al cargo de gobernador. Cualquier proceso de confirmación podría hacerse en 48 horas, dice.
El presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, quien se encuentra entre los posibles candidatos para reemplazar a Rosselló, asegura que los líderes del partido escucharán los consejos de los sectores bien intencionados, pero advierte que otros intentan aprovechar la situación para su beneficio personal.
La crisis de Puerto Rico excede a la cuestión de los chats
"Se observarán agendas políticas, ideológicas y particularmente empresariales que, disfrazadas de sutilezas y perfumadas de falso “patriotismo”, traerán insinuaciones infundadas, especulaciones y ánimo de posicionarse bien o mejor en su afán mercantilista de lucro o ventaja", escribió en Twitter. No mencionó el proceso para nombrar a un secretario de Estado y no respondió de inmediato a un correo electrónico en busca de comentarios.
La comisionada residente Jenniffer González, representante sin derecho a voto de la isla ante la Cámara de Estados Unidos, también se considera un posible reemplazo. En un comunicado enviado por correo electrónico, González dijo que no se le había contactado sobre el cargo, pero que estaba "al tanto de la especulación" de los nombres mencionados como posibles candidatos.
"En mi caso, nadie me ha contactado o ha hablado conmigo al respecto", afirma.
El domingo, cientos de personas se reunieron para celebrar la renuncia de Roselló y una mayor limpieza de la clase política de Puerto Rico. Ni Rivera Schatz ni González son opciones aceptables, según Rosa Seguí Cordero, portavoz del Movimiento Victoria Ciudadana, un grupo político formado en marzo que ha estado activo en las protestas.
"El pueblo de Puerto Rico espera que quien reemplace a Rosselló en el poder sea alguien que no esté marcado por la corrupción y que pueda estabilizar la crisis constitucional que enfrentamos", dice Miguel Ángel Rosario Lozada, un historiador de la Universidad de Puerto Rico. “Está iniciando un cambio en la cultura política puertorriqueña. La gente se ha dado cuenta del poder político que tienen ".