La Unión Europea adoptará medidas radicales para reducir el consumo de electricidad y limitar los precios de la energía, en una intervención de emergencia para frenar los crecientes costos energéticos que están afectando la economía de la región.
El brazo ejecutivo de la UE tiene previsto proponer a los 27 Estados miembros del bloque que limiten los ingresos excesivos de las empresas que producen energía a partir de fuentes distintas del gas y utilicen las ganancias para ayudar a los consumidores, dijo la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. Esto se haría imponiendo un tope de precios a la electricidad generada a partir de tecnologías como las renovables, el lignito o la energía nuclear.
El plan sin precedentes para intervenir en los mercados energéticos también incluye un impuesto a los productores de combustibles fósiles, un tope de precios a las importaciones de gas ruso, medidas para aumentar la liquidez de las empresas energéticas en caso necesario y un objetivo obligatorio de reducción del consumo de electricidad. La UE se ve sometida a una presión cada vez mayor para frenar el aumento de los precios de la energía y evitar la agitación social a medida que se acerca la temporada de calefacción.
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“Nos enfrentamos a precios astronómicos de la electricidad para los hogares y las empresas y a una enorme volatilidad del mercado”, dijo Von der Leyen a los periodistas en Bruselas el miércoles. “Por lo tanto, presentaremos un conjunto de medidas inmediatas que protegerán a los consumidores y empresas vulnerables y los ayudarán a adaptarse”.
De acuerdo con un borrador de regulación al que tuvo acceso Bloomberg News, el tope previsto para el precio de la energía podría fijarse en 200 euros (US$198,07) por megavatio hora y se aplicaría a los ingresos obtenidos por la producción de electricidad a partir de energía eólica, solar y geotérmica, hidroeléctrica, biomasa, gas de vertedero, gas del plan de tratamiento de aguas residuales, biogás, nuclear, lignito y petróleo crudo.
El plan se discutirá con los Estados miembros en una reunión de emergencia de los ministros de Energía de la UE el viernes. Una vez que obtenga el visto bueno político de los Gobiernos, la Comisión presentará propuestas legislativas que incluirán más detalles.
La UE también propondrá dos objetivos de reducción de la demanda. El primero exigiría a los Gobiernos la aplicación de medidas que reduzcan el consumo total de electricidad de todos los consumidores entre un 10% y un 15%. El segundo se centraría en las horas más caras de producción y exigiría un recorte obligatorio de al menos el 5% del consumo neto durante las horas punta, según el proyecto.
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La República Checa intentará excluir el tema de un posible límite de precios del gas ruso de la agenda de la reunión de ministros de Energía del viernes, según declaró el miércoles en Praga el ministro checo de Comercio e Industria, Jozef Sikela. Sikela, cuyo Gobierno será el encargado de las conversaciones, dijo que cualquier tope sería una herramienta política, más que un paso que resolvería la actual crisis energética en Europa.
El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo el miércoles que un posible límite de precio para el gas y el petróleo rusos es “otra estupidez”.
Von der Leyen también dijo el miércoles que el bloque estudiará la posibilidad de incluir el gas natural licuado en los topes de precios, junto con las importaciones de gas ruso, una medida que fue sugerida por Polonia.
“Así que lo que estamos estudiando ahora es que sigamos siendo competitivos para los proveedores de GNL, pero asegurándonos de que los precios que pagamos no son extraordinariamente altos, sino que están en un rango decente”, dijo.
