Escuchar música con auriculares mientras se viaja en el subte o en el colectivo, una acción cotidiana para la mayoría de las personas, se está convirtiendo en un grave problema de salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que 1.100 millones de jóvenes (casi el 50% de las personas de 12 a 35 años) corren riesgo de perder la audición debido a la exposición prolongada y excesiva a los sonidos fuertes, incluida la música que escuchan a través de dispositivos como smartphones o MP3.
“Dado que tenemos los conocimientos tecnológicos para prevenir la pérdida auditiva, no debería darse el caso de que tantos jóvenes sigan dañando su audición mientras escuchan música. Deben ser conscientes de que una vez que esa pérdida auditiva se produce es irreversible”, advirtió Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS en la presentación de un nuevo estándar internacional para la fabricación y el uso de dispositivos.
De hecho, los otorrinos consultados por PERFIL admitieron que cada vez llegan al consultorio personas más jóvenes con problemas auditivos y que de no tomar conciencia las próximas generaciones perderán audición a los 40 años en vez de a los 60. “Se están viendo personas jovenes, de veintipico, que ya necesitan audífonos para algunas situaciones y esto antes no pasaba. Es por el uso de auriculares y los dispositivos”, sostuvo Romina Stawski, médica de planta del sector de Otología del Hospital de Clínicas.
“Muchas veces pasa de estar en el tren o el colectivo y sentarse al lado de un joven con auriculares y oír la musica que ese adolescente está escuchando. Eso está dañando el oído interno. Lo que se lesiona específicamente es el organo de Corti que es el receptor de la audición, lo que transmite la información al nervio y al cerebro. Lo que se daña con el ruido no se recupera más”, advirtió la especialista en otorrinolaringología.
“Cuando el oído se daña empieza a producir, además de sordera (hipoacusia), ruidos en el oído que se llaman acúfenos. Antes uno veía a un trabajador de una fábrica con 40 o 50 años que venía a la consulta por sordera o acúfenos. Y ahora vienen cada vez más jovenes por los recitales, las fiestas y los dispositivos”, advirtió Darío Roitman, director del Centro de Acúfenos de Buenos Aires.
Según el especialista, el oído no está preparado para defenderse de sonidos muy fuertes; esto es, que superen los 85 decibeles. Eso equivale, en el tráfico de una ciudad, al ruido que hacen los camiones pesados. Un recital está a unos 110 dB y una conversación entre dos personas ronda los 60. “Si es mayor a 85 y prolongado en el tiempo el sonido daña. Además, los auriculares generalmente dañan porque el sonido rebota en el oído y vuelve, impacta varias veces en el tímpano”, señaló.
El oído no está preparado para defenderse de sonidos muy fuertes; esto es, que superen los 85 decibeles
Prevención. La intensidad es fundamental para no dañar el oído, pero también se debe prestar atención a la duración. Según la OMS, no se debería escucha música con estos dispositivos más de una hora al día. “Es mejor usar auriculares de copa, externos, que los que van dentro del oído. Hay celulares que avisan que uno se está pasando del volumen recomendable. Lo ideal es usar el dispositivo de la mitad del volumen máximo para abajo. Por ejemplo, si da a 50 dB, de 25 para abajo. El tema es que cuando uno va en el colectivo no alcanza y empieza a subir el volumen. En esos casos, es mejor apagarlo”, recomendó Stawski.
“Habría que hacer campañas de salud para que la gente sepa protegerse usando con menos volumen los dispositivos que van directo al oído y cuando se va a recitales usando protectores, tapones de oído. Esos tapones protegen 25 dB, más o menos”, opinó Roitman.
Los especialistas también aconsejaron consultar rápidamente a un otorrinolaringologo en el caso de escuchar algún zumbido o ruido en el oído que puede denotar un trauma acústico o sentir algún cambio en la audición. Pero como una vez que se produce el daño al oído interno éste es irreversible, lo mejor es la prevención. “Es muy difícil que los adolescentes tomen conciencia. Pero si no quieren usar audífonos en diez años, deben cuidar sus oídos”, concluyó Stawski.
Los especialistas también aconsejaron consultar rápidamente a un otorrinolaringologo en el caso de escuchar algún zumbido o ruido en el oído
Cambia el estándar de fabricación
En 2050 una de cada diez personas tendrá alguna discapacidad debido a las pérdidas de audición. Para “hacer que la audición sea segura”, la OMS y la Unión Internacional de Telecomunicaciones emitieron un nuevo estándar internacional para la fabricación y el uso de dispositivos, que incluyen smartphones y reproductores de audio. La nueva normativa recomienda a gobiernos y fabricantes que los dispositivos de audio personales incluyan: una función de “margen de sonido”; esto es, un software que rastrea el nivel y la duración de la exposición del usuario al sonido. Además, un perfil personalizado de escucha y opciones para limitar el volumen, incluida la reducción automática del volumen y el control de volumen por parte de los padres. “Lo que nosotros proponemos es que los smartphones estén equipados con un sistema de medición que informe sobre la cantidad de sonido que usted está recibiendo y que le indique si supera el límite”, señaló Shelly Chadha, a cargo del programa de prevención de la sordera de la OMS.