Rodeada de muchos mitos sin evidencias pero con una realidad epidemiológica en la que aumentan las consultas y los casos diagnosticados, se recuerda este domingo 5 de mayo, la celiaquía. Esta enfermedad, que la Secretaría de Salud define como “intolerancia permanente al gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, avena, cebada y centeno” (TACC) y que afecta al intestino de las personas con cierta predisposición genética”.
Cuando aparece, y puede hacerlo a cualquier edad, sus síntomas afectan severamente la calidad de vida cotidiana. Suelen variar mucho de una persona a otra. O incluso no denotar su presencia, algo que genera un largo atraso en el diagnóstico. Entre ellos se cuentan la diarrea crónica, distensión abdominal, pérdida de peso, anemia, constipación, cefaleas y dificultades reproductivas.
Si bien su tratamiento no exige medicamentos, sí implica cumplir una dieta estricta y cara. Pero lo particular es que en los últimos años se ha vuelto popular y se puso de moda, en parte porque muchos famosos declararon seguirla pese a no tener la afección.
“Los estudios epidemiológicos hechos en Argentina demostraron que la prevalencia en adultos ronda el 0,7% de la población y en chicos el 1,26%. O sea que, en el país, habría unos 400 mil celíacos”, le dijo a PERFIL Edgardo Smecuol, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE). “Pero también sabemos que entre el 80% y el 90% no está diagnosticado”, agregó este especialista del Hospital Udaondo.
Así y todo, la cantidad de personas que se autodiagnostican y manifiestan estos síntomas sube año tras año. “Todo el tiempo crecen consultas que recibimos en la Asociación Celíaca Argentina (ACA)”, le confió a este diario Mariana Holgado, directiva de ACA. Sin embargo, para los expertos la prevalencia no está en aumento, aunque sí la cantidad de casos. Y explican esta explosión de celíacos y patologías relacionadas “no porque aumente la cantidad sino que ahora es conocida, llegan a la consulta más personas, indicamos más análisis y logramos más diagnósticos”, explicó la doctora Gabriela Fedele, especialista en nutrición y también celíaca.
Cómo es el test que certifica que los alimentos no contienen TACC
Smecuol destacó que confirmar su presencia puede ser complejo porque “a veces puede discurrir con síntomas leves. Pero seguimos teniendo una enorme cantidad de personas sin diagnóstico, pese a que está afectada su calidad de vida”.
La celiaquía y otras patologías relacionadas con la intolerancia al gluten sumaron –en el último lustro– un componente “fashion”, cuando varias estrellas de Hollwood y deportistas famosos revelaron hacer dieta libre de gluten, creyendo que es saludable, contaron en ACA.
“Actualmente, en EE.UU., apenas el 20% de las personas que comen sin gluten lo hace bajo indicación médica”, aseguró Smecuol. “Y cada vez llegan más personas autodiagnosticadas que ya comenzaron la dieta, a veces pensando en mejorar su rendimiento deportivo o bajar de peso. Pero no hay evidencia científica que muestre que evitar el gluten mejore esos parámetros”.
“De hecho –agregó Fedele–, los alimentos para celíacos aportan la misma cantidad de calorías que los comunes. Y en algunos casos suman mayor contenido graso”.
La persona no celíaca, pero que cree serlo, no solo gasta más dinero, sino que también padece de controles médicos innecesarios y –al asumirse como enferma– se genera un impacto emocional.
Además, la persona no celíaca, pero que cree serlo, no solo gasta más dinero, sino que también padece de controles médicos innecesarios y –al asumirse como enferma– se genera un impacto emocional.
Fedele recordó: “También hay otras patologías relacionadas, como la alergia al trigo. Y hay un grupo muy amplio de personas en las que los estudios médicos descartan la celiaquía pero igual manifiestan síntomas. A esos se los clasifica como “sensibles al gluten” y se les recomienda seguir la misma dieta. Y al hacerla mejoran sus síntomas y se sienten mejor”.
Desde la Asociación finalizaron contando que “muchas personas nos dicen que, aun sin ser celíacos, tras eliminar el gluten comienzan a sentirse mejor. Esto puede ser, en parte, porque es una proteína difícil de digerir, incluso aunque su metabolismo no sea sensible al gluten”.
AG CP