El volumen de masa de hielo que la Antártida pierde es motivo de preocupación por los expertos dado que en los últimos años se dio un proceso de aceleración del fenómeno. Específicamente desde 2014, y de la mano del calentamiento global, disminuyó de forma precipitada el hielo marino a su alrededor a un ritmo mucho más veloz que en el Ártico.
Al medir el descenso de la extensión media anual a través de datos satelitales se pudo precisar que la Antártida perdió tanto hielo marino en cuatro años como el Ártico en 34, según un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Todavía no se pudieron esclarecer los motivos por los cuales se produce esto y tampoco se sabe si se podrán recuperar los volúmenes originales o si estos continuarán disminuyendo.
Los expertos de la NASA explicaron que el deshielo de las capas marinas no eleva el nivel del mar, como sí sucede con las que están en tierra. No obstante perder este tipo de masa implica que el calor del sol es absorbido por las aguas del océano, lo que también contribuye al calentamiento global y causa un círculo vicioso del que es complicado salir.
Bajo los hielos de la Antártida se esconden restos de continentes perdidos
El hielo marino tiene, por lo tanto, una fuerte influencia en el clima global. La pérdida del mismo en el Ártico está vinculada a las condiciones climatológicas extremas, como las olas de calor que afectan al continente europeo en los últimos veranos del hemisferio Norte.
Los dos polos son muy diferentes. El Ártico está rodeado de continentes y, por lo tanto, está más expuesto al calentamiento del aire. En cambio, la Antártida tiene a su alrededor océanos y está protegido por el ascenso de las temperaturas del aire por un círculo de fuertes vientos.
El hielo marino antártico aumentó de forma progresiva durante las últimas cuatro décadas y alcanzó su nivel máximo en el año 2014. Desde ese momento su extensión quedó comprometida y se redujo abruptamente, con un pico de descenso alarmante en 2017. "Ha habido una gran disminución", alertó Claire Parkinson, experta en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA en los Estados Unidos, y autora del estudio.
Ha habido una gran disminución, es la advertencia de Claire Parkinson
Su investigación recopiló datos de satélites comprendidos entre los años 1979 y 2018. El hielo marino se expande en invierno y se retrotrae en verano cada año, por lo que Parkinson utilizó promedios anuales para evaluar las tendencias a largo plazo. La caída más pronunciada en un solo año fue en 2016, debido a la influencia del fenómeno de El Niño que impulsó el calentamiento provocado por la humanidad.
La especialista apuntó que las tasas de declinación después de 2014 fueron tres veces más rápidas que la más veloz registrada en el Ártico. La extensión del hielo marino registró un pequeño aumento en 2018, pero en lo que va de este año hubo una nueva reducción. "Como científica de la NASA, mi responsabilidad principal es sacar los datos del satélite y espero que otros tomen este registro de 40 años e intenten descubrir cómo se pueden explicar estas reducciones drásticamente rápidas desde 2014", manifestó Parkinson.
B.D.N./F.F.