La honorable comisión directiva quiere hacer saber a la opinión pública y a nuestra parcialidad (a la que están dedicados nuestros denodados y transparentes sacrificios) en particular, que ante acusaciones carentes de veracidad y claramente malintencionadas de alguien que procura salvar su propio pellejo, declaramos solemnemente:
que nunca hemos tenido nada que ver con barras bravas, jamás les hemos dado dinero, ni entradas para revender en los recitales y los partidos, ni comisiones por pases que ellos hubiesen forzado por supuestas y trasnochadas conveniencias de estos dirigentes que, saben ustedes, dedican sus esfuerzos únicamente al club, desatendiendo sus propios intereses, que no hemos sabido de agresiones sufridas por ningún dirigente o asociado dentro de nuestro club y de ninguna persona conocemos nombre u otras señas particulares en los episodios de la pinchadura de gomas y los salvajes episodios en el lugar de los asados. Y que no nos hemos valido de ellos para sacar o poner banderas favorables o contrarias a nosotros, a los directores técnicos o a los jugadores, y no hemos alentado las diferencias entre ellos a partir del reparto de beneficios; que, aprovechando la ocasión, porque nos importa desmentir también cuánto infundio ha sido recogido por periodistas de innobles propósitos, capaces de señalar que vendemos jugadores a terceros que ganan millones de dólares “al otro día”, cuando la realidad indica claramente que han debido esperar no menos de un mes para hacer su diferencia; que los famosos ramilletes de 15 jugadores entregados a grupos de inversores fue una operación rápidamente desactivada por nosotros mismos, apenas advertimos el error; que, si bien es cierto que los compradores del último pase pueden no pagar las últimas cuotas y sólo pierden una parte del 50 por ciento acordado, la decisión se adopta, en nombre de los intereses del club que ha hecho una escuela del respeto por sus clientes y los lucros cesantes que eventualmente pudieren perjudicarlos; que las firmas de un fiscalizador en el informe favorable y también en el negativo respecto a las compras de cámaras y videos a las que fuimos obligados por la Justicia es responsabilidad del firmante;
que no hemos aceptado sobreprecios ni se han hecho licitaciones con empresas que resultan una, la misma, sólo que con distinto membrete; que el club goza de una salud económica que nos tiene a salvo de cualquier operación que no sea conveniente para el mismo, y el campo de juego está en perfectas condiciones. Como prueba de ello, se puede practicar todo tipo de deportes, y sigue siendo la cancha más segura del país.
Queremos hacer llegar nuestro aliento a los sectores del periodismo que nos han salvaguardado de las insidias sin hacerse eco de las pseudodenuncias, siendo para nosotros el mejor estímulo para perseverar en nuestros callados esfuerzos. Valientemente desafían a los que los señalan por no repreguntar y hacer de la “pregunta centro” el leitmotiv de su tarea. Sabido es que no tienen otras intenciones que las de contribuir al periodismo más puro y lejos están de beneficiarse en ningún sentido con su supuesta protección. Es sólo a esa clase de ética a la que nos debemos. La misma honestidad intelectual de esta directiva. La honradez como bandera. La verdad como premisa.
Y le decimos a la hinchada que agradecemos las muestras de solidaridad, los carteles y leyendas que dejan por la ciudad, los cantos desde las tribunas, la paciencia evidenciada ante los resultados adversos de este cruel deporte que practicamos.
Pronto tendrán interesantes noticias sobre estos directivos y se hablará de manera laudatoria hasta en Luxemburgo (admitimos, sin ser especialistas en incorporar al fútbol en exóticas geografías) de cuanto hemos acumulado para beneficio del club.
Nuestro desapego al escándalo motivará que no haya nuevas manifestaciones de nuestra parte, aun si es preciso recurrir a toda nuestra capacidad de tolerancia. Confíen ustedes en nuestros próximos pasos y en que, sin perturbar la vida de terceros, sabremos ofrecer el timón deportivo del club a una persona que sea idónea.
Les deseamos el mejor 2008. Si bien para nosotros éstos han sido años muy provechosos, siempre es nuestra meta mejorar.