Sabemos que los cambios, especialmente los que implican mejoras experimentan avances y retrocesos, sin embargo, la historia nos recuerda que los avances resurgen después de los retrocesos y a veces con más fuerza. Así ocurre en nuestro país con el camino hacia la igualdad de género, independientemente de la cantidad de años que implicó conseguir ese avance. Un claro ejemplo de esto es lo que está ocurriendo con la ley 27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo –IVE–. Esta ley constituye un avance muy importante para igualar derechos. Si bien los hombres no experimentan embarazos y por lo tanto nunca se enfrentan a vivir la decisión y a poner el cuerpo para interrumpir un embarazo. Son vivencias con percepciones y sentimientos que los hombres a veces acompañan, pero no protagonizan. Por eso no es igual lo que sienten las mujeres cuando se trata de bloquear la aplicación a lo que sienten los hombres. Sin embargo, en la Justicia vemos que priman las posturas ideológicas a las de género. Un ejemplo es la jueza del Chaco que suspendió la vigencia de la ley en la provincia. En la nota de Fernández Escudero el sábado sobre esta medida cautelar a la que hizo lugar la jueza Aucar se trasluce. Las denunciantes son mayoritariamente mujeres de una organización antiderechos que encuentran una jueza que rápidamente da lugar al pedido y presenta la medida cautelar, que se difundió antes en las redes sociales y medios que la notificación oficial al gobierno provincial. Esto es un indicio del interés de las protagonistas de paralizar la aplicación generando falsa información en la población para que se abstenga de solicitar la IVE. La voz del constitucionalista Andrés Gil Domínguez fue contundente, catalogó la medida como improcedente, negó la competencia de la jueza provincial y después de la fundamentación constitucional calificó la medida como “un mamarracho jurídico”. Esto no les importa a quienes quieren impedir la vigencia de la ley, porque el objetivo es frenar y crear una falsa percepción para que la población se limite o restrinja de solicitar la IVE. Si bien rápidamente la medida fue apelada y no prosperará como anteriores denuncias. Es importante informar que el Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud de la Nación elaboró un formulario para notificar todo inconveniente que se les plantee a las usuarias y abrió la línea gratuita 08002223444 para consultas e informes.
Otro ejemplo de la dificultad de consolidar avances son las denuncias de abuso /violación que continúan teniendo respuestas que promueven la impunidad de los hechos. El caso de la joven venezolana abusada al concurrir a una entrevista laboral que se informa en Policiales el domingo es un ejemplo de esto. Si bien el abusador fue encontrado “in fraganti” por la Policía ante la denuncia de la madre, la jueza después de tomar declaración a las partes lo liberó aduciendo que no había riesgos de oponerse a la Justicia. Los fiscales insistieron y ante la recusación de la defensa de la víctima intervino Casación y se revocó la decisión de la jueza. Esta conducta de la Justicia es una muestra de la actitud que, independiente del sexo de los jueces, impide el respeto a los derechos garantizados por la ley. ¿Nos preguntamos qué pasa con la implementación de la ley Micaela en la Justicia? Es realmente la solución o se está implementando mal o no alcanza. Allí surgen ejemplos de los retrocesos que requieren una atención permanente de monitoreo social y denuncia para acabarlos. En este caso la rápida movilización social y la difusión en los medios y redes sociales logró su impacto. Ahora cabe actuar frente a la conducta reiterada de esta jueza.
El sábado también en Policiales, las declaraciones de la mujer marplatense agredida por su pareja que no fue asesinada por la intervención de una vecina que acudió y también fue atacada, es un ejemplo de la reiteración de las conductas de los hombres ante la decisión de las mujeres de terminar un vínculo. “No serás mía, pero tampoco de otro”, éste es el típico razonamiento de una concepción patriarcal de la masculinidad que debe combatirse con ESI y con campañas de prevención focalizadas para cambiar esta concepción de la masculinidad y también de la femineidad, ya que son roles en espejo que se transmiten a ambos.
En 50/50 el domingo una nota sobre la habilitación del registro para concretar el cupo laboral travesti /trans en el sector público es un claro ejemplo de avance. La inscripción de quienes deseen incorporarse facilitará la asignación. Si bien aún el proyecto de ley no se trató en el Congreso, aunque está incorporado en el período extraordinario de sesiones, el registro permite avanzar en una medida clave para igualar derechos. Sigamos ampliando derechos y avanzando, superando los obstáculos para lograr la igualdad de género. Nada nos debe detener.