Luego de las PASO muchas voces de la oposición, formadores de opinión y ciudadanos independientes llamaron a que “se bajen” distintos candidatos a presidente para enfrentar a la fórmula de Scioli con un solo candidato opositor “fortalecido”.
No dudo de la buena intención de esos consejos, en especial cuando provienen de ciudadanos independientes; debo advertir que quizás el efecto sea el opuesto al buscado, es decir se terminaría beneficiando a Scioli.
En primera vuelta, una fórmula presidencial se consagra si obtiene más del 40% de los votos y más de 10 puntos de diferencia respecto de la segunda fórmula, o si la fórmula más votada obtiene más del 45% de los votos.
Estos porcentajes se calculan exclusivamente sobre los votos positivos. Dicho de otra manera, no entran en la fórmula de cálculo los votos emitidos en blanco, los votos nulos ni los impugnados. Todo voto “no positivo” aumenta el porcentaje que obtiene cualquier fórmula, pero fundamentalmente beneficia a la fórmula más votada, pues le facilita llegar al 45%.
Producto de las PASO quedan seis fórmulas presidenciales, encabezadas por Scioli, Macri, Massa, Stolbizer, Del Caño y Rodríguez Saá.
Por ejemplo, quedaron fuera de las PASO muchas fórmulas que coloquialmente podríamos catalogar de “izquierda”. Si no estuviera en la primaria la fórmula de Del Caño quizás todos esos votantes no tendrían representación y votarían en blanco, beneficiando a Scioli (quizás igualmente lo hagan). Hay más chances de que esos votos se conviertan en “positivos” con Del Caño en la grilla que fuera de ella.
Si Rodríguez Saá mantiene su candidatura puede contener a sus votantes y quizás a algunos de aquellos cuyo candidato no pasó las PASO.
Hay votantes de Sanz y Carrió que pueden no querer votar por Macri o Massa pero tienen la fórmula de Stolbizer que quizás los contenga. Votantes de la fórmula de De Gennaro quizás prefieran votar por Stolbizer antes que votar en blanco o quedarse en sus casas.
Facundo Moyano, primer candidato a diputado nacional por el sector de Massa en la provincia de Buenos Aires, dijo que nunca votaría a Macri. Los votantes que piensan como él, ¿que harían si se bajara la candidatura de Massa?
Ya de por sí es una incógnita qué harán los que votaron a De la Sota, pero si encima se baja la candidatura de Massa (con quien formaron el espacio UNA), ¿quién dice si irían a Macri o a Stolbizer?
Puede haber votantes de Macri que nunca querrían votar por Massa o Stolbizer.
Los votantes “duros” de las distintas fórmulas pueden sentirse sin referencia válida y votar en blanco o no votar y pagar la multa; en ambos casos el beneficiado es Scioli.
Los votantes “independientes” de cada fórmula no necesitan que se bajen fórmulas para migrar con su voto a otro candidato; lo hacen y listo. Aquellos que quieran votar al más votado (o que se perciba que será el más votado) de la oposición lo pueden hacer con una o seis boletas en el cuarto oscuro.
Tal como están echadas las cartas, las fórmulas “no oficialistas” sirven ahora más para contener votos positivos reduciendo el voto en blanco que para dividir a la oposición. El electorado independiente solo y por sí mismo se volcará hacia el que perciba con más chances de ganarle a Scioli, en el caso de que finalmente la sociedad opte por un cambio. Pero mientras el electorado “independiente” puede volcarse hacia una fórmula, los votantes “duros” de los distintos espacios cuyas fórmulas se busca bajar para “polarizar”, si no se sienten contenidos y votan en blanco o no votan, terminan beneficiando a Scioli.
La decisión de Macri de no aceptar una PASO amplia de la oposición deberá ser juzgada con los datos de la primera vuelta en la mano, pero tratar de bajar candidaturas ahora, intentando forzar una polarización que la “política” no logró hasta ahora, puede ser un remedio más grave que la enfermedad que se quiere evitar.
*Licenciado en Economía. Profesor en la UBA, UCES, UNSAM.
