Apenas me levanto leo Clarín, Nación, Página/12, Perfil, Infobae (nunca puedo entrar a Tiempo Argentino) y Crónica por internet. Apenas termino releo porque ya no recuerdo lo que leí. Cuando leo, creo en lo que leo aunque a veces apenas puedo creer que lo que leo sea cierto. Como recién. Encuentro una noticia, la paso. Minutos más tarde, la noticia me queda titilando, temblando, trato de buscarla pero ya no sé dónde la leí. Es esta: en un estado de los EE.UU. gobernado por los republicanos (¿era Arizona?) un profesor de escuela corre el riesgo de pasar veinte años en prisión porque infringió la ley que impide dar agua, comida y techo a inmigrantes clandestinos e indocumentados. A eso se le suma otra posible causa por “abandono de propiedad”.
Resulta que el profesor dejó bidones con agua en determinados puntos del desierto para que al cruzarlo esos u otros inmigrantes no murieran de sed. No sé si los americanos recordarán que aquello que hoy llaman Texas fue territorio mexicano hasta que ellos lo ocuparon, así que de hecho quienes cruzan la frontera solo quieren volver a su lugar de origen. Pero los grandes temas se olvidan, no son noticia.
Tiembla, en cambio, en la memoria, la indignidad de que dar agua a un sediento para que no muera se haya vuelto una práctica criminal. También en Italia, hablando de agua, el premier neofascista Salvini quiere meter en prisión a quienes rescatan del Mediterráneo a los migrantes que escapan de sus países que previamente supieron expoliar a aquellos que ahora no quieren recibirlos.