COLUMNISTAS
guerras

Batalla jubilatoria

|

La “cuestión jubilatoria” es delicadísima y requeriría de esfuerzos de pensamiento para resolverla que, aparentemente, nadie está dispuesto a hacer. Sabemos dos cosas: los jubilados (que lo son no por propia decisión, sino por una cierta dinámica del mercado laboral) merecen cobrar haberes jubilatorios de acuerdo con los aportes que realizaron (un porcentaje de sus ingresos que, sumado a los aportes patronales, da la medida de sus ingresos y, por lo tanto, de los haberes jubilatorios, que no deberían entenderse sino como la “devolución” de los aportes realizados en su momento.
El sistema debía ser homeoestático (autoequilibrado), pero las transformaciones en los sistemas de producción y en el mercado laboral, junto con la irresponsabilidad de los gobernantes, lo pusieron en crisis (tal vez definitiva). Lo segundo que hoy sabemos es que la seguridad social no tiene dinero para cumplir con sus obligaciones previsionales (y cada vez tendrá menos: envejecimiento poblacional, transformación del trabajo, corrupción administrativa, etc.).

La solución conservadora ha cortado siempre el hilo por lo más delgado: achicamiento de las jubilaciones y pensiones (pauperización de los jubilados) o aumento de la edad jubilatoria (cuando no las dos cosas).
La casuística me obligaría a citar un ejemplo cercano: mi mamá, que siempre se autoabasteció como jubilada, desde 2001 (¡hace diez años!) ha debido aceptar progresivamente su imposibilidad para pagar siquiera los servicios públicos. Pero no es un caso en el que convenga detenerse, porque su contexto es un país disparatado cuya única esperanza (¡temor y temblor!) es que no bajen los precios internacionales de las commodities que coloca en el mercado global.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Mejor es mirar a París que, como siempre, dicta las tendencias de la moda: las reformas jubilatorias propuestas en el parlamento por el gobierno nacional desataron una gigantesca movilización social (doscientos detenidos), incluida una huelga del temible gremio de los camioneros que ya ha desabastecido a parte de la red de expendedores de combustible líquido. En esas guerras, se nos va la vida…