La posible compra de una parte del casino Trilenium por parte de Cristóbal López muestra su diversidad permanente: juegos de azar, petrólero, empresario de medios y administrador de peajes, ahora incorporados al millonario negocio de Trilenium que rige desde los 90. En aquel entonces, Eduardo Duhalde permitió el desembarco de las salas de bingos que sirvieron de plafón para que se instalaran tragamonedas en numerosos municipios, incluyendo zonas con alarmantes índices de pobreza. Esas maquinitas, programadas para hacer perder y esquilmar los bolsillos de los asalariados, están provocando graves estragos sociales con la ludopatía, hay familias que quedan en la calle por las deudas y apostadores que terminan suicidándose.
La realidad es que la venta de un casino sólo merecería un párrafo en la sección económica. ¿Qué hace de esto una noticia? Boldt, la empresa que administraba el casino de Tigre, ha tenido el raro privilegio de poseer esa explotación desde 1999, con prórrogas sucesivas y sin ninguna licitación.
En mi libro No va más, describí la forma en la que Boldt y el Grupo Soldati se quedaron con este emprendimiento.
“Asusta advertir que una contratación varias centenas de veces millonaria adolezca de tantos y reiterados vicios, que resulte tan dificultoso de auditar o de conocer sus dimensiones o télesis y que haya sido llevada adelante con tan poco apego a las formalidades”, dictaminó, en 2000, una comisión investigadora de la Legislatura bonaerense que analizó cómo la Provincia le adjudicó el negocio.
Ahora, casi 15 años después, y luego de varias prórrogas establecidas por decreto, aparece esta “novedad”. Boldt fue un agraciado por la etapa Duhalde, como lo fue Codere, la empresa española que regentea 14 bingos en la Provincia. Muy poco se habla en nuestro país de lo que sucede con esta firma, que en Europa acaba de ingresar a un preconcurso de acreedores ante la imposibilidad de cumplir con los vencimientos de su multimillonaria deuda.
La crisis de Codere pone en serio riesgo la continuidad laboral de sus más de 4 mil empleados bonaerenses. De hecho, hace algunas semanas, se habló de que la compañía ibérica iba a instrumentar un retiro voluntario. Por ello, antes de dejar mi banca como diputado, solicité que el Ejecutivo provincial tomara cartas en el asunto para evitar que Codere le haga pagar su crisis internacional (provocada, por ejemplo, por la compraventa de acciones entre socios y el fracaso de sus inversiones en paraísos fiscales como Luxemburgo) a sus trabajadores bonaerenses.
Es un atentado al sentido común, como lo hace Codere, argumentar que no se puede cumplir con los compromisos internacionales por los efectos de la ley antitabaco que existe en la Provincia.
Y más cuando el último balance trimestral de la compañía muestra que, pese a la notable diferencia del tipo de cambio, los ingresos en euros que obtiene la firma española en la Argentina son 47% superiores a lo registrado en México, cuando en el país azteca tiene casi tres veces más cantidad de tragamonedas.
Que hoy Cristóbal posea una parte de un casino bonaerense no pasa desapercibido. Pero me parece que no poner la reconfiguración futura del negocio sobre el tapete y sus actores sería un acto de omisión. Cristóbal compra esa parte del Casino de Tigre porque, antes de su llegada, Duhalde, Carlos Ruckauf, Felipe Solá y Scioli permitieron esa explotación.
Ningún candidato a presidente para 2015 se ha pronunciado sobre el juego, con lo cual se desprende que nada cambiará y no sólo Cristóbal López participará de este fenomenal negocio y sus derivaciones. También tienen un futuro venturoso Daniel Angelici (vinculado con los bingos de Ramallo y Pergamino), muy cercano al macrismo, al igual que Aurelio Serra (bingo de Olavarría) y Daniel Mautone (bingo de Chivilcoy), ambos en muy buena sintonía con los intendentes locales, aunque ellos sean massistas o kirchneristas.
Por eso, decir que Massa se siente “despechado” por el apoyo del sector a otro candidato es una idea que no comparto. Se abrió en Mar del Plata el casino Sasso, del gremio gastronómico, vinculado a Barrionuevo, que ahora está con Massa.
¿Cuántas máquinas tragamonedas hay en Tigre y cuántas en La Matanza? Codere tiene el monopolio del juego en el municipio más poblado de la Provincia, con los mayores bolsones de pobreza extrema del país, que gana por varios cuerpos a la hora de contar la cantidad de maquinitas. Por eso me preocuparía mucho más si Cristóbal comprara Codere y todos sus bingos, que fue una posibilidad que en algún momento se insinuó.
Mi preocupación tiene que ver con los silencios en materia de futuras políticas sobre el juego porque a lo explícito hay que agregar lo implícito. Y reitero qué bueno sería saber qué piensan Massa, Cobos, Macri, Binner y el resto de los candidatos presidenciales, porque en sus distritos el juego llegó para quedarse. Y eso no ocurrió hoy. En materia de comunicación, Cristóbal no necesita pautar para defender sus intereses.
Tiene sus propios medios. Pero a efectos de ser sinceros, hay también mucha publicidad de empresas de juego en grandes medios de televisión y radio, en los más grandes y aun en aquellos que cuestionan el crecimiento del “zar” con muchos puntos de rating.
Así, en este mar, Cristóbal podrá “conquistar América”. ¿Pero es mérito de Cristóbal? No lo creo. La política lo hizo posible. América ya existía.
*Ex diputado, autor del libro No va más.
