COLUMNISTAS
PANORAMA POSELECTORAL 1

Durmiendo con el enemigo

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Patricia Bullrich abucheada por radicales y lilitos. | captura de pantalla

El lunes comienza otro ciclo político para ambas coaliciones que provocarán renovadas tensiones hacia 2023. En un caso lo que desafía la cohesión es el temor a la derrota, en el otro la convicción de triunfo. A ambos los guía el utilitarismo: reducir daños y maximizar oportunidades.

Contraintuitivamente el fracaso puede ser más aglutinador que el triunfo. El miedo es un cemento que pega mientras la codicia un dispersor que separa. Se lo pudo comprobar dos veces en Juntos por el Cambio: en 2019 tras la derrota cuando cerraron filas y ahora en 2021 durante el acto de clausura de la campaña en la Ciudad de Buenos Aires cuando ante el clima de triunfo Patricia Bullrich tuvo que suspender por unos segundos su discurso mientras militantes radicales y de la Coalición Cívica le cantaban repetida e insistentemente “Con Milei no se habla”. La destinataria no era Patricia Bullrich, formal presidente del PRO, sino Mauricio Macri, quien además de reunirse con el líder libertario y elogiarlo públicamente firmó esta semana junto a Milei y Espert una adhesión a la “Carta de respaldo al pueblo cubano” de la Fundación Vargas Llosa presagiando una alianza futura.

Arriba del escenario junto a Bullrich estaba el líder radical porteño Martín Lousteau y en la primera fila de la platea Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, quienes durante esta campaña electoral fueron progresivamente descubriendo –y disimulando– que dormían con el enemigo. Que Macri y Patricia Bullrich mostraban aprecio por Javier Milei, la persona que confesó usar un muñeco con el rostro de Alfonsín de punching ball en sus entrenamientos de boxeo y que a Rodríguez Larreta lo calificó de “comunista de mierda”.

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Semana tras semana los moderados del PRO fueron confirmando que tienen mucha más afinidad ideológica con el radicalismo y la Coalición Cívica que con los halcones del PRO, significantes de Macri. Peor aún, comenzaron a percibir que los votos de Milei serían votos de Macri en una eventual puja electoral presidencial 2023.

Además, desde el radicalismo bonaerense Facundo Manes declaró encontrar más conformidad no solo con peronistas sino, incluso, con kirchneristas moderados que con Macri. Una eventual diáspora del Frente de Todos donde el peronismo se separase del kirchnerismo más duro podría derivar en otra forma de coalición donde, por ejemplo, Macri, Milei, Bullrich y Espert conformen un único sector de derecha mientras los radicales y la Coalición Cívica  junto a Larreta, Vidal y los moderados del PRO agranden Juntos hacia el centro incorporando al peronismo no kirchnerista, para construir una gran coalición de centro y dos expresiones más radicalizadas a derecha e izquierda: libertarios y kirchneristas. De alguna manera la famosa supermayoría de la que habló Rodríguez Larreta como necesaria para gobernar (“se gana con 51% pero se precisan dos tercios para gobernar”). Pero en este caso no como un pacto posterior a la elección con una parte de la oposición sino, previamente, integrándola en una oferta electoral conjunta.

Los dos reportajes largos de hoy sábado exploran el futuro de Juntos por el Cambio tras las elecciones, por un lado el principal armador del PRO integrante del ala moderada y a la vez ex peronista: Emilio Monzó, y por otro el radical que en Córdoba les ganó en la interna a los candidatos de Macri: Rodrigo de Loredo. Monzó es de un distrito como la provincia de Buenos Aires donde la interna de Juntos se produjo entre radicales por un lado (Manes) y el PRO por otro (Santilli), pero esa no fue la situación de Córdoba, donde las listas que compitieron tenían UCR y PRO de uno y otro lado. ¿Cuál de los dos será el modelo que se usará para dirimir la interna 2023? ¿Se juntarán todos los radicales del país tras una sola precandidatura presidencial, Manes, Lousteau o Morales, por ejemplo? ¿O se dividirán candidaturas de ambos partidos en dos listas en competencia?

De alguna manera Gerardo Morales, quien siempre fue considerado el más peronista de los radicales y en la convención de Gualeguaychú en 2015 se opuso a la alianza solo con el PRO y quería sumar también a Massa, dio señales de estar dispuesto a la mezcla partidaria de candidatos al decir en un acto en Formosa junto a Patricia Bullrich que ella era una de las candidatas a la presidencia y que él se ofrecía a acompañarla de vice esperando que ella lo acompañase a él sin aclarar qué dirimiría quién acompañaría a quién. Pero más allá del orden de una eventual fórmula, expresó su voluntad de sumarse a la pelea contra Rodríguez Larreta transversalmente y no solo desde el radicalismo.

Morales, quien no podrá ser reelecto gobernador de Jujuy después de dos períodos y económicamente está más cerca de los moderados del PRO que de sus halcones, primero aspira a presidir al radicalismo en diciembre cuando su Convención Nacional elija al sucesor de Alfredo Cornejo, sobre quien se pronostica volvería a ser gobernador de Mendoza en 2023, provincia donde al no existir la reelección él no pudo en 2019 seguir un período más como tampoco podrá el actual gobernador Rodolfo Suárez.

Lousteau es otro candidato a presidir el radicalismo, a precandidato en la fórmula presidencial 2023 y al jefe de Gobierno que suceda a Rodríguez Larreta. Mientras que Facundo Manes, pasado el 14 de noviembre, no aspira a competir por ningún cargo electivo menor que el de presidente del país en 2023.

Por el lado del PRO –lo explica bien Emilio Monzó en el reportaje–, Macri podría competir en una eventual interna dentro de su partido contra Rodríguez Larreta con posibilidades de triunfo, pero si ganara luego, al igual que Cristina Kirchner por su altísima tasa de rechazo, no podría triunfar en la elección general. Podría impedir que Larreta gane pero no ganar él mismo.

Que las internas de Juntos por el Cambio 2023 se resuelvan por competencia de listas integradas en conjunto por radicales y el PRO (Córdoba), o por competencia de listas uniformes de cada partido sin mezclarse (provincia de Buenos Aires), dependerá de si el Frente de Todos se mantiene unido o se fragmenta dando lugar a una nueva configuración del mapa político, tema que se analizará en la columna que sigue.

 

Continúa mañana: Panorama poselectoral 2  “Patos Rengos”.