He llegado a Londres en un día oscuro, lluvioso y helado. Apenas instalado en un departamento de alquiler, fui al kiosco a comprar los diarios y me llevé una sorpresa. En el semanario Weekly Profile se publica una entrevista a Lalo Rulemann, en el que anuncia su candidatura a las elecciones presidenciales de octubre de 2011. Una primicia extraordinaria a causa de tantas especulaciones que se hicieron sobre su conducta, sus dudas, contradicciones, temores sobre el futuro nacional y sus silencios. Aproveché para traducirla. El periodista que hace el reportaje se llama John Demarr.
P: ¿Puedo preguntarle el por qué de esta decisión y en este momento?
LR: Estuve meditando la cuestión durante meses. He decidido presentarme como candidato a presidente. No lo he consultado con otros políticos ni candidatos. Sabía que esta decisión debía tomarla solo y luego de un tiempo de reflexión. Esta más allá de todo tipo de especulaciones. No acostumbro a llamar la atención para posicionarme. Ahora sí, una vez que he tomado esta determinación, conversaré con otras fuerzas políticas para comunicarles mis ideas e intercambiar opiniones.
P: ¿Cuáles son sus ideas sobre los cambios que debe haber en su país?
LR: No soy partidario de los cambios bruscos. Hay cosas que son positivas y otras que habrá que mejorar. Lo más importante es que los argentinos comprendan que todos navegamos en un mismo barco, o, para usar una figura que me es más afín, que somos integrantes de una misma escudería. Tenemos que unirnos de acuerdo a un proyecto común.
P: ¿A quién piensa convocar para elaborar ese proyecto?
LR: No tengo en mente a un sector o partido político en particular. Están invitados todos los que quieren un país moderno, seguro, pacífico, con visión de futuro. Es importante que haya una predisposición al diálogo. No tengo enemigos, y espero no ser enemigo de nadie. Los argentinos somos proclives a las divisiones. Nos sectorizamos, nos fragmentamos, y esa tendencia a la atomización nos debilita como nación.
P: ¿Qué opina de estos siete años de gobierno kirchnerista, tanto de Néstor Kirchner como de la actual presidenta Cristina Fernández?
LR: Estimo que han realizado una tarea importante si se toma en cuenta la situación del país en el momento en que Néstor Kirchner asumió la presidencia. Fue un mandatario de mucho coraje, que en ciertos momentos se dejó llevar por su temperamento. Siempre he tenido una relación amable y de respeto mutuo con él. Con la Presidenta me une la preocupación para que los logros conseguidos en los primeros años no se desperdicien, y además, tengo un sincero respeto por su esfuerzo y sacrificio en la tarea de gobernar.
P: ¿Por qué presentarse como candidato en lugar de apoyar la gestión actual?
LR: Creo que hay cosas que pueden mejorarse. Más aún, considero que deberían mejorarse. Hay un cortocircuito entre el Gobierno y vastos sectores de la comunidad. Como si no se escucharan reclamos ya hace tiempo enunciados y que apuntan a problemas reales. La inseguridad en la que se vive no es una mera sensación. La inflación es un fenómeno que ataca a los más pobres y lo que se les da con una mano se les quita con la otra. La escalada de precios ya se encuentra en límites peligrosos. Por otra parte, no se entiende a veces el clima de rispidez que tienen algunos funcionarios con representantes de sectores clave de la economía nacional.
P: ¿Usted se refiere a la crisis del campo?
LR: No sólo a los problemas sin solución con un sector del que depende en gran medida el flujo exportador de nuestro país. También se nota una falta de acuerdos con las compañías que producen y distribuyen energía como el petróleo, el gas y la luz. No hay inversiones importantes para abastecer a una industria de la que se pretende que se expanda. No existe un plan de viviendas serio ni una política crediticia para facilitar el acceso a la casa propia de millones de argentinos. Carecemos de un plan de seguridad para poder avanzar en problemas de delincuencia y marginalidad que ya parecen estructurales. Los problemas son varios, y para enfrentarlos y darles una solución, es necesario un gran acuerdo nacional y establecer objetivos de mínima que sienten las bases del futuro accionar. Me presento porque percibo que el Gobierno actual, en lugar de convocarnos a todos, se aísla.
P: ¿Cómo ve a las otras fuerzas políticas?
LR: Creo que hay políticos con profunda vocación nacional en muchas de las fuerzas políticas que hay en el país. El problema es que por un lado están disgregados, dispersos y por lo tanto debilitados, y por el otro, que se detienen demasiado en aquello que los separa y no intentan converger en lo que puede asociarnos. Es necesario tener voluntad de consenso, y, además –aclaro esto porque me parece importante, imprescindible– debemos hacerles un llamado a los jóvenes a participar en un proyecto, ya que les concierne especialmente.
P: ¿Está de acuerdo con la política internacional de su país en estos años o cree que hay que variar el rumbo en, al menos, algunos aspectos?
LR: Ha habido cambios profundos en América del Sur que es necesario tomar en cuenta, y los gobernantes los han ponderado. Se han creado asociaciones y foros para que sean debatidas las cuestiones que nos son comunes. Considero este hecho como muy positivo. Hay problemas que nos unen y que requieren de un diálogo permanente. Nos ayudan a no repetir errores y a prestar atención a medidas que han tomado países hermanos respecto de dificultades que nos son propias.
P: ¿Coincide con la relación preferencial que tiene su país con el gobierno de Chávez?
LR: Es muy importante ser respetuoso con la política interna de otros países y no intervenir en sus asuntos domésticos. Creo que Venezuela es un país con el que nos une una larga historia, nos reflejamos en héroes de la patria, como San Martín y Bolívar, que nos legaron sus ideales y forjaron nuestra identidad, y pienso que con Hugo Chávez como con los otros presidentes de nuestro continente hay una tarea inmensa que nos convoca y que debe encontrarnos unidos.
P: Usted se identifica como peronista. Ha sido gobernador dos veces en su provincia con la sigla del partido justicialista. ¿Qué opina del peronismo actual?
LR: Lo que sucede en el peronismo es reflejo del desencuentro que percibimos en otros sectores de la comunidad nacional. No se trata, como algunos creen, de erigirse en líder, ser candidato y postularse a un cargo. Tenemos que sentarnos a conversar sin exclusiones ni personas vedadas por nadie. Debemos evitar las acusaciones mutuas y los resentimientos acumulados. Si no miramos hacia el futuro, corremos el riesgo no sólo de desperdiciar una posibilidad de gobernar, sino que podemos retroceder en el tiempo. Hay experiencias que no pueden reproducirse, de desorden interno, que deberíamos evitar. El país quiere tranquilidad. Tenemos la suerte de que vivimos una época en la que nuestros productos son requeridos por el mercado internacional. Es una oportunidad que no podemos desaprovechar.
P: ¿Por qué ha decidido anunciar el lanzamiento de su candidatura desde esta ciudad y no en su propio país?
LR: Sé que puede parecer extraño que lo haga desde Londres y no en Buenos Aires o en mi provincia, pero es una cábala. Usted sabe que los deportistas tenemos fetiches, amuletos de la buena suerte. Hace unas décadas, tuve la dicha de ganar el Gran Premio de Inglaterra y fue una de mis mayores satisfacciones. Pensé que era un buen lugar para anunciar este nuevo lanzamiento, uno de los mayores desafíos de mi vida.
*Filósofo. www.tomasabraham.com.ar