Ayer, PERFIL tuvo dos tapas. En la primera, que se había cerrado a primera hora de la noche, el título principal fue: Massa será candidato. La aseveración respondía a la información que el diario había recopilado a lo largo de la jornada a través del propio involucrado, Sergio Massa, y por boca de los dirigentes que lo acompañan.
Era el corolario de una jornada intensa de negociaciones, esencialmente entre Massa y el gobernador Daniel Scioli; un largo día de amagues y simulacros entre dos dirigentes con ambiciones presidenciales.
Hacia el final del día, ambos se reunieron en Villa La Ñata, la residencia de Scioli en el Tigre. No hubo palabras públicas. Se enfocaron esencialmente en la forma como desplegarían el juego que los obsesiona: la carrera por suceder a Cristina Kirchner.
Cuando la tapa del estaba lista, a última hora de la noche, Sergio Massa se comunicó con PERFIL para desmentir que su candidatura estuviera confirmada.
Lo mismo hizo con otros medios.
La afirmación del propio involucrado obligó a último momento a editar una segunda portada, a pesar de las posibilidades de que el intendente sólo estuviera intentando manejar los tiempos de su anuncio.
PERFIL se apoyó entonces en aquella información que para entonces estaba confirmada, es decir, la ruptura de las negociaciones entre el intendente y el gobernador. La nueva tapa tuvo como título: Scioli no va con Massa.
Ayer al mediodía, finalmente, el intendente de Tigre confirmó que encabezaría la lista de diputados del Frente Renovador de la provincia de Buenos Aires.
El juego de la política consiste muchas veces en disimular la realidad. Exactamente lo opuesto a la búsqueda periodística.