A medida que avanza el tiempo se va consolidando la idea de que la pandemia del coronavirus se ha constituido como un acontecimiento global.
Black swan. Este tipo de situación impensada, muchas veces llamada “cisne negro”, suele compartir al menos cinco características: su aparición es inesperada; interrumpe el orden vigente; genera nuevos sentidos y percepciones en la sociedad; posibilita el ascenso de opiniones minoritarias y finalmente puede generar o acelerar cambios políticos. Es claro, a esta altura, no se trata solamente de una enfermedad, sino de un evento que genera múltiples consecuencias en gran parte del planeta.
Dos de las características no biológicas de la pandemia es la aceleración de los tiempos históricos y la mediatización del fenómeno. Dicho en otras palabras, pasan muchas cosas en corto tiempo y los eventos son transmitidos en vivo las 24 horas por los medios de comunicación. Por otra parte, al mismo tiempo que llegan los reportes de los contagiados, curados y muertos por la peste, son testeados los ánimos de la opinión pública en los diversos países del mundo. En apenas un mes se realizaron más de 500 estudios por parte de agencias públicas y privadas de investigación en unos sesenta países del mundo buscando conocer el impacto del virus. Si bien existen encuestas globales sobre cuestiones como el medioambiente, valores, felicidad y otros, nunca antes un tema había provocado tal cantidad de trabajos en corto plazo y a tan amplia escala.
La gran mayoría de estos estudios se enfocan sobre cinco ejes:
1) Conocimientos sobre la enfermedad: síntomas reconocibles y medidas de prevención.
2) Amenaza percibida: particularmente si la persona evalúa que puede ser afectada por el coronavirus, si conoce a alguien infectado, etc.
3) Impacto en la vida cotidiana: cambios de hábitos, cambios en los consumos, trabajo desde el hogar, etc.
4) Reacción gubernamental: evaluación de la gestión y las acciones del gobierno para limitar los efectos de la pandemia en términos epidemiológicos, económicos y sociales, funcionamiento del sistema de salud, etc.
5) Impacto económico y financiero: vulnerabilidad del empleo, problemas para el cobro de salarios, ahorros disponibles para afrontar la crisis, etc.
La consideración sobre la amenaza percibida se transformó en un ítem fundamental ya que en los países donde menos cantidad de personas se consideraban pasibles de ser infectados por el Covid-19 (como Italia al comienzo y Estados Unidos actualmente) el contagio creció velozmente. También se puede observar que los gobiernos que actuaron más rápida y drásticamente (limitación a la circulación de personas, cierre de comercios y actividades no esenciales, obligación de tomar ciertos recaudos, etc.) son los mejores evaluados por la ciudadanía.
Lo que vendrá. La pregunta que surge frente a toda la situación provocada por el virus, es cómo estará el mundo cuando la pandemia sea parte del pasado. En este sentido, se comienza a hablar de la “nueva” normalidad para destacar que hay cambios que llegaron para quedarse. Hasta aquí se pueden observar cambios en los planos político, económico y social.
- Lo político: Desde el punto de vista político se observa un renacimiento de las fronteras nacionales (nueva soberanía) como reacción al virus “llegado desde los aviones”. También hay una valoración positiva en la rapidez, coordinación y capacidad para tomar decisiones de los líderes nacionales. La democracia liberal (y parlamentaria) entra en eclipse cuando se espera que el poder ejecutivo sea más ejecutivo que nunca. No pocos ven en este proceso cierta deriva autoritaria, dado que la enfermedad pone en tensión a las libertades individuales contra los bienes colectivos. También se puede esperar un mayor intervencionismo de los gobiernos en la economía, dando a luz nuevas formas de capitalismo de estado, cercano históricamente a los años ´20 del siglo anterior. Finalmente, un efecto de la pandemia es un congelamiento de la movilización política y social como se pudo observar en Chile, Hong Kong, Francia o Argentina.
- Lo económico: Desde la esfera económica se podrá esperar una aceleración de procesos que se estaban incubando, como por ejemplo una nueva vuelta de rosca a la concentración de capitales. La detención del consumo (final o intermedio) causa pérdidas en casi todos los sectores, sin embargo, quienes tendrán mayor espalda en términos financieros para superar la crisis son las empresas de mayor envergadura, contrariamente a lo que pasa con las de menor tamaño. En este sentido, las grandes corporaciones trasnacionales aprovechan la oportunidad poner poner a punto la robotización y los sistemas de inteligencia artificial que las haga menos pendientes de las decisiones (y debilidades) humanas. El teletrabajo lleva a una nueva desterritorialización de las fuerzas productivas y dado su importancia radical, el dominio de las redes de internet será probablemente un nuevo espacio de disputa “soberana”, donde es probable que los gobiernos intenten controlar o regular en forma estricta.
- Lo social: En términos sociales las consecuencias ya se pueden observar con la incorporación en la cotidianidad de nuevos términos como cuarentena, aislamiento, distancia social, o teletrabajo. En los países donde se aplicó el confinamiento en forma más estricta las relaciones familiares se replantearon, intrínsecamente vinculado con el tamaño del hogar, su capacidad económica y el tipo de vivienda. En este último aspecto, es claro que entre los sectores más pobres el hacinamiento es mayor y pone un límite a las recomendaciones gubernamentales. El espacio común sufre una gran pérdida como efecto de la pandemia. La distancia social es la menos social de las distancias. La sociedad es intercambio e interacciones. Observar al otro como una posible bomba biológica transforma a los espacios públicos, la calle, la plaza como lugares amenazantes donde crecen la desconfianza y el autoritarismo.
*Sociólogo (@cfdeangelis)