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Presupuesto

Levantarnos y andar

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El titular del Banco Central, Miguel Pesce. | NA

Las medidas que tomó esta semana el Banco Central tienden a proteger las reservas de la Argentina, es decir, los dólares que el país necesita para poder seguir atendiendo los flujos de su comercio exterior.

Esta iniciativa de la Autoridad Monetaria se conoció el mismo día en el que se presentó el proyecto de Presupuesto 2021 en la Cámara de Diputados de la Nación. Las medidas anunciadas por el Banco Central son consistentes con la orientación general del Presupuesto. Entre otras cosas, controlar el manejo de las divisas es fundamental para llevar adelante el objetivo central del actual gobierno: lograr que la economía vuelva a crecer, que ese crecimiento sea con inclusión y que se mejoren las condiciones de vida de los que menos tienen. De este modo, la administración de un bien escaso como son los dólares es parte del proyecto integral del gobierno bosquejado en el Presupuesto.

El ministro Martín Guzmán ha sido claro. Para él, el Presupuesto define un camino de reconstrucción para levantarnos y volver a andar.

Los dos principios fundamentales del proyecto presentado son la estabilización macroeconómica y la sostenibilidad fiscal. Para lograr lo primero es necesario impulsar la recuperación económica con un esquema de política fiscal expansiva y un Estado que cumple un rol fundamental para proteger a los sectores más vulnerables, incentivar el mercado interno y potenciar un crecimiento de la producción y de las exportaciones. Para alcanzar lo segundo, se requiere de un esfuerzo consistente para lograr el equilibrio fiscal.

Según las principales definiciones en las que se enmarcó el envío del Presupuesto al Congreso, se prevé un déficit primario del 4,5% del PBI. Ello es compatible con una serie de objetivos fundamentales del actual proyecto político económico: el fortalecimiento de la inversión pública en áreas estratégicas y la recuperación sostenible de la actividad económica y el empleo, entre otras políticas.

En el texto, junto a otras precisiones, se establece que el gasto primario real crecerá respecto a 2020 sin las erogaciones extraordinarias por COVID-19 +7,6% interanual (i.a.) en términos reales y respecto a 2019 +10,1% i.a. en términos reales.

En cuanto a las políticas de inversión pública se adelanta que se duplicarán las mismas en infraestructura productiva y social respecto a 2019, con una proyección de $ 835.000 millones o 2,2% del PBI.

Con relación al sistema científico tecnológico, se prevé en 2021 un incremento en un 160% de inversión real en innovación y desarrollo respecto a 2019, a partir de una inversión proyectada en $ 187.000 millones o 0,5% del PBI.

En un escenario donde la pandemia sigue demandando un esfuerzo sostenido del sistema de Salud Pública, se anuncia un plan de inversiones integral en el área que incluye el financiamiento de la vacuna contra el Covid-19 y el desarrollo de una serie de políticas públicas destinadas a asistir a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. Por eso, en 2021 se proyecta incrementar en un 49% la inversión real en Salud Pública respecto a 2019, a partir de una inversión proyectada en $ 199.000 millones o 0,5% del PBI.

En Educación y Conectividad, los adelantos del Presupuesto proponen retomar el camino para volver a cumplir la Ley de Financiamiento Educativo y el objetivo de llevar la inversión en educación nacional y provincial al 6% del PBI, meta que se alcanzó por última vez en 2015.

En esa misma línea, en 2021 se proyecta incrementar en un 11% la inversión real en Educación y Conectividad respecto a 2019, a partir de una inversión proyectada en $ 483.000 millones o 1,3% del PBI. Además, se prevé incrementar en un 49,5% la inversión en Inclusión Social Activa respecto a 2019 y en casi 1.350% la inversión real en Género y Diversidad también respecto a 2019.  

El Presupuesto marca un rumbo nítido. Hay que levantarse y volver a andar.

 

*Diputado nacional Frente de Todos y Presidente del Partido Solidario.