En la conferencia celebrada en Bali, Indonesia (2013), se suscribió el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, que simplifica y armoniza procedimientos aduaneros, fomentando las exportaciones. Entró en vigor el 22 de febrero de 2017, después de que dos tercios de los miembros de la OMC hubieran completado su proceso interno de ratificación. El Congreso argentino lo ratificó el pasado junio. Este año los focos estarán en el desarrollo del comercio electrónico y la inserción de las pymes en el comercio mundial.
A cuatro años de Bali la pregunta es: ¿cuáles son los logros y cuáles son los desafíos pendientes? Sin dudas, los avances han sido muchos, ejemplos claros son la ventanilla única, el programa Exporta Simple o el reciente operador económico autorizado. Sin embargo, transparentar, agilizar y mejorar los procesos de comercio requiere una profundización de estas herramientas, especialmente en lo que hace a su implementación.
Las principales beneficiadas de los instrumentos de la facilitación del comercio son las micro, pequeñas y medianas empresas que muchas veces se ven afectadas de manera desproporcionada por los complejos procedimientos aduaneros.
La OMC estima que la completa implementación del acuerdo podría aumentar las exportaciones de los países en desarrollo en hasta US$ 730 mil millones por año y que serían creados alrededor de 20 millones de puestos de trabajo, además de reducir los costos comerciales totales en más del 14% para los países de bajos ingresos y más del 13% para los de ingresos medianos y altos mediante la racionalización del flujo comercial a través de las fronteras. Esto tendría un alto impacto positivo y sostenible en la recaudación de los ingresos públicos de cada uno de los países, al aumentar los volúmenes comerciales y reducir la corrupción en las fronteras.
Nuestras economías están en un nivel de interconexión nunca antes visto. Las cadenas de valor global y regional multiplican las oportunidades para crear más empleos, difundir tecnología e ideas. En este sentido, la comunidad empresarial tiene un rol fundamental en la legitimación del acuerdo.
La semana próxima AmCham Argentina y Brasil organizan un diálogo público-privado con el objetivo de promover visiones, propuestas y mejoras para aumentar la facilitación del comercio en nuestro país. El reto es consolidar un marco que dé certeza y asegure que estos beneficios lleguen al conjunto de la gente, con una mejora en las oportunidades y en la calidad del trabajo, reforzando el compromiso hacia un sistema comercial multilateral universal, abierto, no discriminatorio y equitativo.
*Líder de Asuntos Gubernamentales. AmCham Argentina.
