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Más allá del 14 bis

“Hay que volver a la época en la que dar la voz de alto significaba que había que entregarse”

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“Hay que volver a la época en la que dar la voz de alto significaba que había que entregarse”. La frase de Macri para pedir explicaciones a Patricia Bullrich sobre el asesinato por la espalda de Rafael Nahuel es desafortunada. Puede que leamos la frase recortada, tal vez descontextualizada, pero me parece que no encuentro contexto alguno en el que ésta encaje sin querer decir lo que dice. ¿Cuándo significaba eso la voz de alto? En la represión de las dictaduras. ¿Es ésa la época a la que hay que volver?

Es lo que parece afirmar sin escarceos un paquete siniestro de actos simultáneos, medidas que no sé si la gente votó o no cuando votó: la represión en la Patagonia, la reforma laboral, el saqueo a los jubilados, todo eso que se presenta como un “ahora o nunca”.

La Constitución representa un obstáculo para quienes pretenden este tipo de giros rápidos hacia el pasado. Pero esta resistencia de las leyes también puede ser pasada por el filtro de la posverdad. No es inusual sintonizar radio Mitre y encontrar oradores de diversa laya sugiriendo que es imposible fundar un país capitalista sin erradicar el artículo 14 bis, que probablemente ya ni se enseñe en las escuelas que usarán su último semestre para mandar a los pibes al mercado laboral o a algo parecido.

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Por no hablar del poco citado artículo 75, que en su inciso 17 obliga a “reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos”.

Valga como prueba que sin importar con qué contexto se lo mire el avance de las fuerzas federales en la Patagonia es anticonstitucional. Claro que este contexto está enrarecido y ensuciado por mil operaciones mediáticas. Una periodista de Clarín, Natasha Niebieskikwiat, reconoció que toda una nota que ella misma escribió sustentando la participación de fuerzas terroristas kurdas en la RAM fue publicada sin chequear las fuentes y que el líder turco que habría sido visto en el sur está condenado a prisión perpetua en Turquía desde 1999, un dato que ofrece gratis y rápido la propia Wikipedia. Poco importa la rectificación cuando el daño ya está hecho.

Idéntico atropello sufren uno a uno los artículos de la Constitución. Lo digo por si a alguien todavía le interesa sostener la “ilegalidad” de la resistencia mapuche o la tozudez de los jubilados que se niegan a disolverse en aire y pretenden cobrarle sus haberes a un Estado que prefiere otro negocio mejor para sus aportes.