A las elecciones catamarqueñas del 13 de marzo, donde el FpV triunfara con el 48% de los votos, les siguieron el domingo 20 las de Chubut, con resultado aún incierto pero en paridad casi absoluta entre fuerzas y con manifiestas diferencias respecto al anuncio oficial del gobierno de Das Neves.
El 10 de abril serán en Salta, donde el FpV, a través de sus dos listas –Wayar y Urtubey, que apoyarán en octubre la fórmula que eventualmente encabece Cristina–, obtendrá el 70%.
Continúa La Rioja el 29 de mayo, donde se espera un 55% de piso para Beder Herrera, candidato oficialista; el domingo 12 de junio votará la provincia de Neuquén, donde el MPN y la concertación que incluye el FpV local proyectan el 65% de los votos, y cerrarán la agenda de esta primera parte del año, el domingo 26 de junio, la provincia de Tierra del Fuego, donde Roxana Bertone dará vuelta el oficialismo provincial y se impondrá con más del 30% de los votos, y finalmente Misiones, con la reelección de Maurice Closs de la Concertación Plural y el FPV, que proyecta un 70% de los votos promedio, el domingo 26 de junio.
De los siete distritos –que representan el 9% del electorado nacional e inician el calendario electoral 2011–, en seis triunfa de manera contundente el FpV y en uno hay un escenario de paridad.
En todos los distritos, sobre las construcciones locales del FpV que en algunos casos hace sólo un semestre perdían las elecciones por más de 20 puntos (Catamarca, Chubut, Tierra del Fuego), resulta clave la tracción nacional que ejerce Cristina Kirchner, que en estas siete provincias del primer tramo electoral promedia el 55% de imagen positiva, con apenas un 15% de menciones negativas.
Sobre el 9% del electorado nacional que va a elecciones en este primer tramo del año, el FpV obtendrá un promedio superior al 50% de los votos.
Más allá de las interpretaciones forzadas por algunos medios, la pregunta sobre cuáles son las perspectivas electorales de octubre se contesta sin dificultad: el FpV gana abrumadoramente.
Esta circunstancia tan notable de dominio electoral del oficialismo que se precipita con efecto cascada sobre el escenario electoral nacional comienza a modificar la arquitectura opositora y lo hará aun más.
Primer efecto: crisis del Peronismo Federal. Retirado Das Neves tras el bochorno de Chubut, Jorge Busti pidiendo la suspensión de las internas, Felipe Solá tomando distancia y el pionero en gambetas, Carlos Reutemann, cada vez lejos, el PF es hoy una licencia poética encarnado apenas en la deshilachada figura de Eduardo Duhalde, prácticamente un ex político en competencia con el poco convencido Alberto Rodríguez Saá.
Segundo efecto, crisis en la UCR y el panradicalismo con el apartamiento de Cleto Cobos como candidato nacional, bajada presurosa de Ernesto Sanz de su candidatura interna y la toma de distancia de Hermes Binner respecto a su participación en la fórmula nacional que encabezaría Ricardo Alfonsín, advirtiendo, tras observar el catastrófico resultado de Catamarca para la UCR, que también él ahora tiene expectativas presidenciales.
Un efecto colateral de la avalancha oficialista, en especial del arrastre de Cristina sobre los escenarios locales, es el desdoblamiento de las elecciones porteñas. Macri leyó correctamente el escenario local y como la Presidenta lo dobla en intención de voto a presidente en la Capital (30% contra 15%) decide desdoblar las elecciones porteñas.
Intenta evitar el efecto “arrastre” de Cristina sobre sus candidatos locales y, aun peor, el temible efecto “collar de melones” que su candidatura presidencial descargaría sobre su propia fórmula distrital si las elecciones fueran superpuestas, llevando a Gabriela Michetti no al 35% que mide si se presenta en soledad como candidata a la Jefatura de Gobierno, sino al 15% que Macri proyecta como candidato a presidente en Capital.
Como se observa, el efecto Cristina domina en el oficialismo y la oposición el primer tramo electoral de cara al año 2011, y este dominio acontece sin conocerse aún la voluntad explícita de la Presidenta de ser reelecta. Qué intenso resulta todo esto; Néstor Kirchner debería poder verlo.
