COLUMNISTAS
solemnidades

Otra vez la extinción

1-11-2020-Logo Perfil
. | CEDOC PERFIL

La extinción está de moda. Es trending topic. Nos hemos acostumbrado mansamente a dialogar con nuestra extinción en base a premisas algo explícitas que ha traído el 2020. Lily Brooks-Dalton, por ejemplo, escribe una novela que otrora podría haber sonado algo abstracta y de la mano de George Clooney, que la adaptó al cine para Netflix (que no es el cine sino lo que queda de él) y con 100 millones de dólares mediante nos lleva a caminar despacito por el espacio, en una exasperada lentitud que invita a pensar los grandes temas. ¿Estaremos mucho más tiempo aquí? La verán millones de personas, nos reuniremos en torno a este tótem pay per view que vuelve sobre un asunto muy recurrente, y tal vez pocas cosas cambien para evitar estos finales que la literatura imagina en base a los hechos del presente y los miedos ancestrales del pasado. ¿Y el futuro? No existe ni un ápice: cada representación sobre él nos tira ferozmente hacia el pasado.

Y sin embargo la realidad está más viva que nuestras especulaciones simbólicas. Si el 2020 nos resultó un año extraño, las imágenes de hoy, 6 de enero, nos pintan un futuro que hace seis días parecía inimaginable. El futuro solo puede ser absurdo; si no, ya es pasado. Vamos a ver: bisonte armado ocupando el Capitolio, huestes que remedan una gira inesperada de Jamiroquai, tuits de Trump despidiendo a sus tropas “especiales”, memes dando la bienvenida a los Estados Unidos al orden latinoamericano, en fin: que esto no se acaba. Y si se acaba, no será sino en medio de explosiones de miles de colores.

Una idea acertada de Cielo de medianoche es la línea (borrosa) que explica lo que pasó. “Fue un error”, dice Clooney a los tripulantes de la última nave en el espacio para disuadirlos de que no vuelvan a la Tierra, de que no hay adónde volver. Y la línea se entrecorta. Nadie entiende muy bien qué pasó: un mapa con puntos rojos que se agrandan, un aire enrarecido, un error medio marrón, un desliz que conduce a la extinción. Si en algo es efectiva esta fantasía es en esa línea, en esa omisión generosa que se completa con nuestras propias experiencias recientes. Pero al día siguiente nuestro mundo sigue en pie y pasaron estas cosas muy coloridas. En todas partes. 

Los contagios en las ciudades y en las playas aumentan con el verano y con las fiestas y la voz de Pedro Saborido (ruta de asociación inmediata al mundo Capusotto) ensaya un spot radial para ver si la gente entiende lo obvio a través del humor, con una idea institucional de “cuidadanía” en vez de ciudadanía, para reforzar que el que se cuida no es el idiota que merece ser objeto de burla, sino el otro. Lo obvio, lo lógico, lo razonable. Tiene que llegar por vía del humor, ya que las otras conexiones parecen estar fallando.

La solemnidad de la extinción nos deja siempre algo indiferentes. Como si nos quisieran hacer pensar que un poco nos la merecemos.