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Salir de la recesión lo antes posible

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Exportaciones. “Son transacciones entre particulares”. | cedoc

Argentina está en recesión. Hay muchas razones, y cuatro son fundamentales.

La más relevante es la considerable reducción del déficit fiscal, aproximadamente 6% o 7% del PBI desde fines de 2015, que fue recesivo pero indispensable. Esta reducción debe continuar ya que no parece fácil financiarse con más impuestos, deuda o emisión. Así, la única forma de reducir el déficit es reducir el gasto público, lo que al mismo tiempo permitirá una razonable actividad del sector privado.  Desaparecerá un factor recesivo y la economía podrá crecer.

También tenemos recesión por un bienvenido proceso de “limpieza” en las contrataciones públicas. Los Cuadernos obligaron al sistema financiero a rechazar créditos a empresas que estaban o pudieran llegar a estar sospechadas, las empresas paralizaron actividades y varios cambios más.

Sí, ya sé querido lector: parece que la lentitud de la Justicia prolongará esta recesión. Espero que el proceso iniciado no haya sido en vano. Difícil salir de la recesión por este lado.

Tenemos recesión por una imprescindible lucha contra la droga.

Pensemos que una sustancial parte de la economía está en negro –o dicho más elegantemente, fuera de los radares tributarios– y a su vez una parte se origina y mueve gracias a la droga. Parte de esa droga está siendo confiscada y destruida. Parte de quienes se dedicaban a esta actividad tienen dificultades para seguir operando, parte de los medios que utilizaban para blanquear sus fondos están bajo sospecha y ya no pueden ser utilizados. Está claro que el efecto sobre el PBI es enorme. Para estimarlo, imagine usted los números: si el x% del PBI es economía negra, del cual el x% se debe a la droga, del cual se confisca el x%…  verá que el número es impresionante.

El combate a la inflación basado en no aumentar la base monetaria es la cuarta razón. El método (que no comparto) elegido induce a una tasa de interés elevadísima. Es muy difícil financiar el capital de trabajo de las empresas y afrontar los pagos a sus proveedores, ni hablar de invertir. En sí misma la elevada inflación suele ser recesiva. Aunque el método de lucha contra la inflación no me parece apropiado, hay un magro consuelo: cualquier método de lucha contra la inflación es recesivo. Si hubiera crecimiento, se podrían relajar estas condiciones. ¡El huevo y la gallina!

Sé que hay más causas, pero estas cuatro ya son más que suficientes para explicar nuestra recesión.  Tristemente, creo que esta recesión es inevitable hasta tanto se “purifiquen” suficientemente sus causas.

¿Cómo podrían atenuarse simultáneamente estos cuatro problemas? La solución más simple es exportando. Las exportaciones son transacciones entre particulares, por lo que no hay razones para que haya corrupción. Las exportaciones exigen un salto en productividad para poder ser mejores y más baratos que otros proveedores. Se necesita personal cada vez más capacitado y se genera empleo no solo en el sector exportador propiamente dicho sino en todos los sectores proveedores.

La exportación genera divisas, muy necesarias para alcanzar un nivel de importaciones indispensable para desarrollar muchas actividades y son bienvenidas para pagar las deudas soberanas y provinciales. Recordemos que el aumento de las exportaciones genera recursos impositivos que tanto se necesitan para eliminar el déficit fiscal. Por ello sería un gigantesco error poner retenciones: los restantes impuestos son mucho más eficaces. Ya que debe reducirse el gasto, las exportaciones sirven de guía para orientarse concentrándolo en obras de infraestructura física y social.

Sé que la recesión es extremadamente cruel, pero para reducir el déficit, eliminar inflación, corrupción y drogas no hay medidas de corto plazo que sean efectivas. Debemos combatir de raíz sus orígenes. Así, el esfuerzo de estos años habrá sido en vano. Las exportaciones son la solución para volver a crecer.

 

*Economista. Universidad CEMA.