El domingo se celebró el Día Mundial del Sida, un problema de salud, que hasta hace poco no se vinculaba a las mujeres. Originalmente, la “peste rosa” se asociaba solo a hombres que tienen sexo con hombres. Lamentablemente, aún no se piensa en sida en las mujeres. Excepto los diagnósticos en embarazadas, las mujeres son diagnosticadas tardíamente. La nota del domingo en Ciencia señala que de cada tres diagnósticos de VIH, uno es tardío. Las mujeres registran mayor proporción de estos diagnósticos, porque ni ellas ni los profesionales de la salud piensan que pueden vivir con VIH. Esto es malo porque cuanto más tardío es el diagnóstico, hay más posibilidades de complicaciones. Si consideramos las nuevas infecciones, también allí en las mayores de 50 años son frecuentes, mujeres que por su edad son aún menos sospechadas de vivir con VIH, porque se supone que no tienen relaciones sexuales. La persistencia de casi 6 mil nuevas infecciones por año evidencia que fallamos en la prevención: debemos volver a promover el preservativo como único método eficaz para prevenir el VIH.
Otro tema problemático para las mujeres es la brecha salarial, que representa menores ingresos y posibilidades de desarrollo en lo laboral. ¿Por qué ganamos menos? ¿Cómo se supera esto? El domingo en 50/50 y en El Observador, la nota de Díaz Langou analiza esto. Las respuestas no son simples ni lineales, pero ya hay suficiente información y evidencia de las medidas que se deben adoptar, lo que falta es la decisión política de implementarlas. En las propuestas, las políticas de cuidados que debe llevar adelante el Estado con el sector privado y las familias son claves. Dentro de ellas, las del cuidado de la niñez desde muy temprana edad, a través de instituciones educacionales que garanticen no solo la alimentación y cuidados básicos, que no sean meros “ aguantaderos” sino “ámbitos de atención integral”. Los centros de primera infancia, modelo que de CABA se extendió al país, no son lo que debemos promover porque no garantizan la atención integral. Este es un desafío para el próximo gobierno. También se requiere la instalación de escuelas de nivel inicial, primario y secundario, con doble escolaridad para garantizar no solo mejor educación sino la estadía prolongada en escuelas y facilitar a sus madres y padres trabajar horario completo. Si bien esto es clave para las mujeres, los hombres también se beneficiarán.
Otros cuidados, como aquellos para enfermos crónicos, mentales y ancianos, son también necesarios. A esto debemos sumar los lactarios en lugares de trabajo y estudio. Las medidas de flexibilización del trabajo de las mujeres que permitan desarrollar tareas desde el hogar en ciertos períodos como cuando sus hijes son bebés o están enfermos y/o tienen capacidades disminuidas. También el reconocimiento del acoso laboral que experimentan las mujeres y que afecta su participación debe ser combatido sin castigarlas. En los casos de violencia fuera del trabajo, conceder los permisos para realizar los trámites legales post denuncia, tan engorrosos y largos. Estos son otros desafíos para el próximo gobierno, si quiere disminuir la brecha salarial.
En política, para cargos electivos ejecutivos no existe ley de paridad o cupo. En Sociedad, la nota de Herrera es muy clara: “Solo una de cada diez intendencias del país está ocupada por una mujer”. Comenta el autor un estudio que muestra que en 12 años las mujeres crecieron en estos cargos menos de un 2%: NADA. La presencia de mujeres depende de los partidos políticos que designan candidaturas a intendencias, gobernaciones y otros. En el encuentro en que se presentó este informe hubo testimonios de mujeres que tuvieron que competir con sus parejas. ¡Hasta ese nivel llega la negación de derechos! Otras contaron cómo deben superar las críticas a sus formas de vida, lo que nunca se habla en los varones. ¿Necesitamos leyes? Parece que sí, aunque luego sea muy díficil su cumplimiento, pero por lo menos tenemos sobre qué plantear acciones legales.
Un bocadito final, en Deportes el domingo se cuenta que se va la arquera Garton a Australia, le deseamos éxitos. ¡Ya exportamos jugadoras! Esto es un indicio de cómo nuestras pioneras se profesionalizan.