Hay una inédita coincidencia compartida por empresarios extranjeros e intendentes del GBA ligados al PJ: el miedo a la inversión. Comprensible en responsables de capitales. Aguardan una victoria de Cambiemos que diluya el retorno al poder de Cristina Fernández de Kirchner para liberar fondos. Más complicado es con los alcaldes. Preocupados, precisamente, por un eventual éxito del oficialismo.
Asociados a la ex presidenta por la esperanza de auxilio a liderazgos locales, temen por una experiencia contraria a ese deseo: la candidata a senadora de Unidad Ciudadana halla en ellos un ancla electoral. Fenómeno de inversión que afecta también a Sergio Massa y Florencio Randazzo pero tiene en La Matanza una excepción defendida por Verónica Magario con desprejuicio por las formas institucionales.
Repitió la movilización militante para empañar la presencia de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal el 17 de julio en la inauguración de obras del Metrobus. Sacó provecho de la debilidad que atraviesa Guillermo Dietrich por la creación de cargos jerárquicos para regular el tránsito en bicisendas. Al ministro de Transporte se atribuyen titubeos con la aguerrida intendenta.
En La Matanza circulan unas 4 mil combis con irregularidades legales: 150 puestas al servicio del concejal Jorge “Coco” Gómez por el director de Tránsito, Marcelo Barreiro, para motorizar la protesta desde Virrey del Pino. La preservación del ecosistema K incluye excentricidades del antecesor de Magario. Fernando Espinoza convirtió a Daniel Carrizo en candidato a concejal. Es su chofer y socio en agencias de remises. Una a tres cuadras del Palacio Municipal.
Y otra en un hipermercado de Villa Luzuriaga, donde Espinoza se inició antes de conducir el auto oficial con Alberto Balestrini de intendente. Carrizo es esposo de Liliana Pinto, molesta por no renovar mandato de diputada provincial. Esa curiosa economía política regida por la ley de compensaciones incluye al matrimonio de Alejandro Collia y Mónica López.
Libertades. Directora de Bromatología, López tiene relación con 7 mil supermercados chinos. Rubro donde brilló y conserva influencia Raúl Magario, padre de Verónica. Su marido y ex ministro de Desarrollo Social goza de amplia libertad. La ausencia de Collia en la Secretaría de Salud para oponerse como concejal a Diego Valenzuela en Tres de Febrero, no constituiría abandono de funciones. Sí empeño en la misión de impedir la expansión de Cambiemos en la zona Oeste del GBA. La Matanza es el Sur.
Si Miguel Saredi asume el cargo de primer concejal al que se postula, Cambiemos cree que impugnaría el argumento de Magario para renunciar a ese cargo. Su candidatura habría sido tan testimonial como la de su acérrimo adversario, al que imagina reacio a resignar beneficios de director en la Agencia de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar). Tal vez tenga razón.
Parece un artilugio insuficiente para dañar la hegemonía de Magario/Espinoza en un territorio donde Massa enfrenta la rebelión de Rubén Ledesma y Fernando Asencio. El diputado provincial y el concejal no respondieron a la orden de concurrir con micros de simpatizantes a Tigre para filmar spots de campaña el martes, molestos porque Jorge D’Onofrio lidere la lista de diputados en la Tercera Sección.
La crisis amenaza extenderse. Massa recorrió La Matanza el 20 en simultáneo a un almuerzo en El Mangrullo de Ezeiza convocado por Nicolás Russo. El presidente del Club Atlético Lanús iba a ocupar el lugar de D’Onofrio. La Tercera Sección es el corazón del voto a Cristina y donde Massa y Randazzo deberían disputarlo.
Cambiemos prevé compensar la dificultad de inserción en La Matanza, 988 mil votantes, si logra buenos resultados en municipios que administra: Bahía Blanca (241 mil), La Plata (532 mil) y Mar del Plata (549 mil). La ciudad atlántica tiene un electorado de perfil similar al porteño, donde predomina un grupo etario mayor de 50 años, refractario a candidatos imprevisibles.
Justifica haber privilegiado al cuestionado intendente Carlos Arroyo sobre el vecinalista Gustavo Pulti apadrinado por Daniel Scioli. Omitir ese mandato implícito y ser cooptados por el fanatismo K es reprochado a los ex funcionarios. A Juan Curuchet podría alcanzarlo el repudio: electo senador del FpV a instancias del ex gobernador, el ciclista persigue otro mandato por el frente 1PAIS.
De Vido. También a Marcelo Feliú, titular de la comisión de Asuntos Constitucionales hasta el 2015 por los diputados provinciales, el bahiense candidato a primer concejal por el Frente Justicialista de Randazzo se ausentó a la comisión de Juicio Político en dos sesiones claves. Con una impidió el quórum para analizar la suspensión por 180 días al fiscal general de San Isidro, Julio Novo. La otra ausencia dejó sin conocer su opinión de la medida aplicada por apenas un voto.
No pasará desapercibido para Carrió, quien inicia hoy con Vidal una gira por grandes urbes del interior en Mar del Plata, elegida por Cristina para el lanzamiento de campaña. Sin detenerse en un detalle: la presencia de Carlos Cheppi en representación de la crisis de Julio De Vido en el Congreso por las investigaciones judiciales que lo involucran.
Ex ministro de Agricultura de CFK y citado por el diplomático Eduardo Sadous en la trama de la embajada paralela en Venezuela, las versiones sobre Cheppi difieren según quién las difunda. Para La Cámpora, le fue negado el ingreso a Radio City. Voceros del ex titular del INTA, aseguran que resolvió no ir. Su socio político y titular del PJ, Pablo Vacante, integra el comando de campaña de Randazzo.
A diferencia del peronismo, la dinámica entre Vidal y sus intendentes es hasta ahora virtuosa. Como a Néstor Grindetti en Lanús, le permitió a Julio Garro en La Plata remontar su imagen casi 30 puntos desde diciembre. E incluso en Pilar a Nicolás Ducoté. Por eso se confía en disputar con final incierto Lomas de Zamora a Martín Insaurralde, precursor del verticalismo a Cristina pero también de la renovación dirigencial del PJ. El temor a la inversión tiene causas fundadas.