Le pregunté a mi amiga que vive en Australia ¿qué es lo que más te gusta de Australia? y me dijo “que todo funciona”. ¡Cómo!, le dije, ¿nunca te cortaron la luz?. Tas loca, me contestó, nunca. Acá, bueno, ya sabés, le dije, y ni siquiera te dan explicaciones, se corta, chau.
Bien podrían decir por ejemplo disculpen pero hubo un inconveniente en el Centro Nodal Distributivo de la Red Sinusoide del cual se creyó que era fatiga del material pero últimas investigaciones dicen que fueron los roedores que pululan en el subsuelo.
Estupendo, y nos quedamos tranquilos y hasta un poco orgullosos, o ¿usted se cree estimado señor, que cualquiera puede tener tropiezos en el Centro Nodal Distributivo, eh? Nada de eso, fíjese en Australia. En Canadá también. Y creo que hay varios otros países, Alemania por ejemplo, Chile, me dicen, en donde nunca never se corta la luz. El agua tampoco.
Pero usted, querida señora, puede muy bien darse corte frente a sus amigas: “ay Marga, no, no me olvidé de contestar tu mail pero es que no teníamos teléfono ni luz ni agua ni radio ni televisión ni internet porque hubo un accidente en el Centro Nodal etcétera”.
Marga se queda patitiesa de la envidia y le cuenta inmediatamente por mail a nuestra común amiga en Australia que a su vez casi se desmaya y le baja la presión a diez.
¿Se da cuenta, querida señora? Hay países que no tienen Centros Nodales y por lo tanto tampoco Redes Sinusoides, qué horror. Tal vez podríamos hacer algo por ellos. No sé, digo, pedir contribuciones a la población en general para que traigan ideas, muchas ideas, pilas de ideas, como las bolsas en Plaza de Mayo para los inundados. Ideas para que todos los países, como el nuestro, tengan sus Centros Nodales y sus Redes Sinusoides y, claro, los funcionarios que las cuidan para nosotros. ¿no?