COLUMNISTAS

Todo raro

El dueño de Telecom: David Martínez en la única imagen que le tomó un medio. Odia las fotos, como Yabrán.
| Silvestro

En tiempo récord, Telecom Italia aceptó la oferta de David Martínez para comprar las acciones que permiten el control de Telecom Argentina por algo menos de 1.000 millones de dólares. Como se trata del equivalente al 22% de la empresa (del resto, una parte menor está en manos de la familia Werthein y todo lo demás en la Bolsa), el total de la empresa se valuó implícitamente en algo más de 4 mil millones.

Es muy raro que una de las principales y más rentables empresas de Argentina se venda sin que exista una puja entre varias ofertas. Y que de manera tan rápida se le apruebe la propuesta al único oferente. Más raro aun es cuando se analiza el precio que se está pagando. Una forma de comprender si es barato o caro surge de comparar ese precio como cantidad de veces la ganancia (más técnicamente, se lo denomina “Ebitda”, que es la ganancia menos intereses, amortizaciones e impuestos a las propias ganancias).

Martínez estaría comprando Telecom Argentina por el equivalente a algo más de tres veces las ganancias, mientras que Telecom de Brasil, TIM es su nombre, que se discute su división por la misma causa, está valuada en un equivalente a 5,6 veces las ganancias. Otro ejemplo es América Móvil, la empresa de celulares de Slim en México, que está valuada en 5,4 veces las ganancias, o Entel de Chile, también valuada en 5,4 veces sus ganancias, y Millicom, que opera en Bolivia, Colombia y Centroamérica, que está valuada en 5,9 veces sus ganancias.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El promedio de las empresas de telefonía en Latinoamérica ronda casi seis veces sus ganancias (en Europa es de ocho veces y en EE.UU., diez veces).

Hay que reconocer que Argentina, por las decisiones del Gobierno, es un país difícil para inversores extranjeros y esto resta de la valuación. Pero una cosa es el valor del 100% de una empresa y otra es comprar su control, que siempre requiere un plus de precio: con sólo el 22%, Martínez pasa a manejar toda la empresa. Si el control de una compañía de telecomunicaciones en Latinoamérica cuesta en promedio seis veces sus ganancias, el control de Telecom Argentina se está vendiendo por casi la mitad de ese multiplicador.

Y cada múltiplo a más de la ganancia que se pagase –por ejemplo, pasar de tres veces a cuatro veces– por esta operación de venta del 22% de Telecom Argentina es equivalente a 300 millones de dólares.

Ante un precio bajo, vale la pregunta de por qué no hay otros ofertantes que compitan con David Martínez. Expertos del área telefónica explican que nadie haría una oferta sin contar previamente con la aprobación del gobierno argentino. Tampoco Telecom Italia la consideraría, porque si el kirchnerismo la dejara dormir en los cajones, la venta no se haría hasta 2016.

Por eso Telecom Italia –necesitada de dinero– acepta vender rápido a quien le diga el gobierno argentino que vaya a aprobarle. Es la única forma de vender.

Se suma a las suspicacias el hecho de que David Martínez es a la vez socio de Clarín por ser el dueño del 40% de Cablevisión. Y las versiones son de todo tipo: por un lado, que para tener la posibilidad de comprar Telecom por muy bajo precio, Martínez acordó con el kirchnerismo cumplir con la Ley de Medios vendiendo sus acciones de Cablevisión, pero a alguien que el Gobierno le indique; por otro, que compra Telecom para vendérselo a Clarín dentro de dos años, cuando una eventual nueva Ley de Medios permita el triple play (que las telefónicas puedan vender conexión de TV paga).

Primero hay que tener en cuenta que David Martínez no es un operador telefónico, como podrían serlo la propia Telecom de Italia, Telefónica o Slim. Martínez es un especialista en reestructuración de deuda: todo lo que compra es para revenderlo después a mayor precio.

Segundo, que sospechosamente el Gobierno se apresuró a aceptar la presentación de adecuación voluntaria a la Ley de Medios de Clarín, cuando un día antes Sabbatella sostenía airadamente que los plazos de la adecuación voluntaria estaban vencidos y la Afsca procedería a la adecuación de oficio. Todo hace suponer que Sabbatella recibió una orden que cambió completamente su actitud.

Aquí nuevamente las versiones se tornan antagónicas, como viene siendo casi todo en los últimos años en la Argentina. Están los que hasta imaginan un acuerdo del Gobierno con Clarín, pasando a la versión más plausible de que el pacto de David Martínez con el kirchnerismo incluye que sus acciones de Cablevisión sean vendidas a alguien como Cristóbal López, para que luego –desde dentro de Cablevisión– impida cualquier posibilidad de Clarín de continuar manejando a través de terceros el negocio de la TV por cable y simultáneamente sea el principal actor de la televisión abierta.

Para Telefónica de España cualquiera de los dos escenarios es preocupante. Tener en 2016 a Clarín dueño de Fibertel y además de Telecom, la única otra empresa de telefonía con red terrestre, sería una pesadilla. Pero que David Martínez venda sus acciones en Cablevisión para adaptarse a la Ley de Medios –que prohíbe tener una empresa de telefonía y participar en medios– habilitaría al Gobierno a pedirle que venda Telefe para cumplir el pedido de la Corte Suprema de una aplicación de la norma a todos por igual. O sea, un kirchnerismo que iría por todo: además de Ideas del Sur, se quedaría con Cablevisión y también con Telefe.

Final abierto.