Ñoqui: (acepción tercera) despectivo, coloquial. Argentinismo. Empleado que asiste al lugar de trabajo sólo en fecha de cobro.
(Del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española)
Los “ñoquis” argentinos constituyen uno de los mayores problemas de la Administración pública nacional, provincial y municipal. En el recuerdo de muchos pervive el episodio de los “ñoquis” del Congreso, que fue uno de los dos casos que complicaron la permanencia de Carlos “Chacho” Alvarez en el gobierno de la Alianza. La ciudadanía reclama, con justa razón, la eliminación de este sistema que encierra una forma más de manejos turbios de los fondos públicos y de corrupción.
Por lo tanto, luego de la larga transición de 6 meses, Mauricio Macri decidió que éste debía ser uno de los primeros asuntos por abordar en su gestión. El otro fue el del aumento del impuesto de alumbrado, barrido y limpieza, el famoso ABL. La idea fue la de aprovechar los primeros cien días de Gobierno para instalar una imagen de ejecutividad. La medida adoptada consistió, pues, en la no renovación de 2.300 contratos de personal que finalizaron en diciembre de 2007.
Aquí apareció, entonces, la jueza María Elena Liberatori de Haramburu quien falló contra la caducidad de esos contratos así como también contra la intervención de la Obra Social de Buenos Aires (ObSBA).
La doctora María Elena Liberatori de Haramburu es una jueza polémica, que asumió su cargo el 2 de octubre de 2000. Sus buenas relaciones con la dirigencia sindical de los judiciales y de los municipales, es decir Julio Piumato, Patricio Datarmini y Amadeo Genta respectivamente, son bien conocidas. Entre sus fallos más controversiales se encuentran el que lo multó a Jorge Telerman por no resguardar las condiciones de vida en el asentamiento Rodrigo Bueno de la Reserva Ecológica, la construcción de un hospital en Villa Lugano y la clausura de la exposición del artista plástico León Ferrari en el Centro Cultural Recoleta.
Nota al pie: desde el Gobierno de la Ciudad se informa que la nómina de los 2.300 contratados dados de baja es el producto de un relevamiento hecho por los jefes de cada una de las secciones de la Municipalidad. Así las cosas, esta polémica tiene una solución simple: la difusión pública de la lista con los nombres, las funciones y las fechas de contratación de cada una de esas personas. Con esa información se acabaría toda la discusión porque allí aparecerían claramente identificados quiénes trabajan y quiénes no. Sin embargo, hasta ahora, nadie de la Administración ha dicho por qué no se hace público ese listado que fue entregado al Ministerio de Hacienda municipal.
Un dato más: ante la consulta de cuántos de estos 2.300 contratados se presentaron a cumplir tareas luego del fallo de la jueza Liberatori que ordenó su reincorporación, respondieron desde la Intendencia que fue el 20%, desde el sindicato municipal que fue más de la mitad y desde ATE que fue el 75%.
Para complicar un poco más las cosas, el procurador de la Ciudad, Pablo Tonelli, salió a aclarar que en realidad no se trata de gente que no cumple funciones sino que tiene asignada una tarea que es superflua e irrelevante.
Frente a las controvertidas decisiones adoptadas por la jueza Liberatori, el intendente Macri tomó la decisión de responderle políticamente a lo “Kirchner”. Tanto se pareció al matrimonio presidencial que lo hizo en una pseudoconferencia de prensa en la que, una vez que dio su “mensaje”, no aceptó ninguna pregunta y se fue. ¿Eso es PRO?
El elogio que Macri hizo de la tantas veces cuestionada dirigencia sindical de Sutecba –“es otro tipo de gente en términos de hacer política. Es gente con olfato que hace años que está en la conducción”– descolocó a la dirigencia de ATE tal como lo han hecho hasta aquí los Kirchner.
Perlitas de la semana
Hugo Moyano dijo en A dos voces que él no le creía al INDEK. Ni la Presidenta, ni el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, ni el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, salieron a criticarlo o a descalificarlo. O sea que si el que descree del INDEK es Moyano, está bien; pero si la que lo hace es, por ejemplo, una asociación de consumidores, merece por parte del Gobierno calificativos que van desde agitadores a vendepatria o poco menos que terroristas.
Al jefe de Gabinete de Ministros, Alberto Fernández, le robaron en las oficinas que pertenecían a su consultora. Pregunta: ¿se trató de un caso más de la tan mentada “sensación de inseguridad” de la que habla el Gobierno?
Se anunció que se dedicarían los fondos del superávit de la ANSES para financiar obras públicas, tal cual lo anticipamos en esta columna tiempo atrás. Pregunta: ¿cuál es la razón por la que no se usan esos fondos para aumentar a los jubilados y pensionados y cumplir con la resolución de la Corte Suprema ordenando el reconocimiento de la movilidad de sus haberes?
El proyecto de construcción del tren de alta velocidad –el “tren bala”–, para cubrir el trayecto Buenos Aires-Rosario-Córdoba, fue la vedette del Gobierno en esta semana que pasó. En el acto en el que se hizo el anuncio de la obra y al que asistió la Presidenta, se mostró un video que decía, entre otras cosas, las siguientes:
“En los últimos años, desde una nueva visión, el Gobierno lanzó un nuevo plan de inversiones ferroviarias con el objetivo de implementar diferentes proyectos de reconstrucción del sistema de transporte que devuelva al tren su rol prioritario en el crecimiento de nuestro país. Comienza de esta forma una nueva etapa que incluye la mejora de servicios urbanos y suburbanos, la expansión de la red de subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires y la vuelta del tranvía a través del nuevo proyecto ‘Celeris’ en Puerto Madero, que podría extenderse en esta ciudad y hacia otras del interior del país.”
“En este marco de renovación, se inscriben nuevos proyectos de alta velocidad entre las principales ciudades de Argentina con el fin de volver a desarrollar el sistema ferroviario como un verdadero eje de vertebración del territorio nacional.”
Algunas reflexiones sobre estos dichos. Se ve que quienes los hicieron hace muchos años que no viajan en tren. Los servicios urbanos y suburbanos son desastrosos. Llamar al proyecto “Celeris” de Puerto Madero la vuelta del tranvía a la Ciudad es como decir que porque hay una golondrina ya es verano. La exigua formación que existe recorre unas pocas cuadras, más como un atractivo turístico que como un servicio.
Nadie en su sano juicio puede oponerse al progreso y al desarrollo tecnológico de punta. El problema que generan estas realizaciones tiene que ver con el contexto.
Un ejemplo ilustra bien esto. Hubo un tiempo en el cual hubo furor por la distribución de computadoras en las escuelas.
La idea era inobjetable. El problema fue –y es– que muchas de esas escuelas no tenían electricidad a donde conectar tales computadoras.
Aquí se produce algo parecido. Es decir, en un país en el que hay necesidad de reconstruir el sistema ferroviario para que esté al servicio de la mayor parte de la población, se prioriza un tren de altísima tecnología, poco contaminante pero de una gran demanda de energía, de costosa realización destinado a un público selecto. El costo del boleto lo acerca al del avión.
Hay que recordar que Kirchner había prometido la recuperación del ferrocarril. Lo hizo en uno de sus últimos actos de la campaña de 2003 en Cruz del Eje. Habló de la necesidad de revisar los contratos de concesión de los trenes. En realidad, ha habido pocas revisiones, y las que ha habido han tenido el mismo resultado: la calidad de los servicios es mala.
Se prometió la reapertura de los talleres de Tafí Viejo, en la provincia de Tucumán. Allí trabajaban 5.000 personas. Hoy se está lejos de esa cifra y el volumen de trabajo es escaso.
En febrero de 2004, Néstor Kirchner, dijo:
“Es una decisión irrevocable que la Argentina vuelva a tener un sistema de ferrocarriles al servicio de todos los argentinos. El tema de los ferrocarriles es central. Cualquier país del mundo que se quiera constituir como nación necesita un sistema de ferrocarriles que funcione lo más moderno posible.”
Así como están planteadas las cosas, tendremos el tren bala pero lejos estaremos de la “reconstrucción del sistema de transporte que devuelva al tren su rol prioritario en el crecimiento de nuestro país”.
El ahorro, base de la fortuna
Sin dudas al matrimonio presidencial la vida le sonríe. No sólo se manejan como peces en el agua por los vericuetos del mundo de la política. La capacidad para sostener el crecimiento de su patrimonio también parece mucha. Es lo que se desprende de la última declaración jurada de sus bienes presentada ante la Oficina Anticorrupción.
Como ahí bien se puede observar, el crecimiento patrimonial es importante.
Veamos algunos datos. En 2005 los Kirchner tenían 19 casas, 4 departamentos y 2 locales por el que recibieron, en concepto de alquiler, un total anual de 276.793. Es decir que, en promedio, por cada propiedad percibieron 11.072 pesos al año.
En 2006 tenían 19 casas, 4 departamentos y 2 locales. O sea, lo mismo que en 2005, pero los ingresos por los alquileres aumentaron sustancialmente y se fueron a 1.380.448 pesos. Vale decir que el promedio anual por propiedad fue de 55.218, lo que significa un aumento del 400% con respecto al año anterior. Pregunta: ¿los alquileres en Santa Cruz aumentaron un 400% en 2006?
Sigamos: en 2007, el matrimonio presidencial tuvo un incremento espectacular de su patrimonio. Por las ya clásicas 19 casas, 4 departamentos y 2 locales percibieron 5.264.105 pesos, lo que equivale a un promedio anual de cada alquiler de 210.564 pesos, es decir un 400% más que en 2006 (se ve que los Kirchner al INDEK lo ignoran olímpicamente). Pero a ello hay que agregarle la posesión de 10 departamentos más. El alquiler de cada uno fue de 150.000 pesos al año.
Preguntas: ¿cuál es el valor real de las propiedades sobre las que se pagó un alquiler anual de 210.000 o de 150.000 pesos?
¿Moreno llamará al matrimonio presidencial para hacerles notar que los aumentos de los alquileres de sus propiedades se van muy, pero muy por arriba de los índices del INDEK?
Muchos lectores recordarán aquel episodio protagonizado por el entonces presidente Raúl Alfonsín cuando, en el medio de la furia de una protesta en la provincia de Neuquén, le espetó a uno de los manifestantes la famosa frase: “A vos no te va tan mal, gordito”.
Los Kirchner “gorditos” no son. ¡Pero qué bien les va!
Producción periodística:
Guido Baistrocchi.