Es una medida injusta la decisión anunciada por las compañías aéreas de obligar a los pasajeros gordos a adquirir dos butacas. Las líneas aéreas vienen achicando los asientos desde hace bastante tiempo y ellos a lo que se comprometen es a trasladar a una persona de un lugar a otro, independientemente del tamaño que tenga. Yo creo que es una manera más de discriminar al gordo. Quizá se debería cambiar el contrato de aviación. Si una persona pesa u ocupa un espacio más chico, habría que darle un asiento más chico y cobrarle menos; y a una persona más gorda, otro acorde a su tamaño, si no sería una forma más de discriminación.
Hay que hacer asientos para la gente gorda en cine, teatro, salas de espera, adaptar el mundo a los nuevos tamaños. El mundo engordó y va a seguir engordando, la industria de la alimentación y la bebida lo impulsa; además, no se hace nada para que la gente no engorde. La ley de obesidad (que dicho sea de paso duerme el sueño de los justos) dice que se le deben proveer todos los servicios. El programa Cuestión de peso ayudó a tomar conciencia de que el gordo tiene derecho a que le presten atención. Pero no mucho más. Después que terminó el programa, la ley quedó guardada en un cajón. Ahora todos estamos preocupados, con justicia, por el dengue, pero en lo que va del año han muerto por obesidad fácilmente 10 mil personas, y al finalizar serán alrededor de 40 mil. Para luchar contra la epidemia, habría que mejorar la política de precios y acceso. Si uno hace más económicas las frutas y verduras, la gente las va a consumir más. Hoy en día lo más económico son las harinas, las grasas. El mecanismo es diabólico. Hacemos todo para que los chicos engorden desde muy pequeños y luego los discriminamos por todos los medios posibles. ¡¡¡Están castigados!!! Una solución ridícula sería que las empresas que han engordado a la población subsidien los costos de transporte de las víctimas que se han cobrado. Pero no ocurrirá. Los gordos pagarán, seguramente, el pato.
*Director del Instituto Argentino de Nutrición.