Pasaron 41 años y nueve meses del fallecimiento de Juan Feliciano Manubens Calvet, el hacendado de Traslasierras cuyas propiedades y fortuna se extendieron a lo largo y lo ancho de la provincia de Córdoba, San Luis, San Juan y Buenos Aires.
En julio del 2020, en plena pandemia por coronavirus, cuando la Justicia estaba casi paralizada y había migrado obligatoriamente a la digitalización, se resolvió la distribución de la multimillonaria herencia. Habían pasado casi cuatro décadas. Sin embargo, lo excepcional de la pandemia no afectó a este expediente que tiene varias decenas de cuerpos, con pruebas, decretos y recursos que se extendieron en el tiempo. Jamás se digitalizó. Aún hoy las partes que esperan alguna nueva decisión del tribunal deben apersonarse en barandilla y ser informados por algún funcionario porque tampoco pueden tocar los expedientes. El paso del tiempo y la abultada documentación lo impiden.
Por una decisión política y judicial se resolvió en 2020 que todos los acreedores, incluso quien decía ser hijo no reconocido de Manubens Calvet, el correntino Manuel Manubens Calvet (ex-Maidana) realizaran acuerdos en una escribanía. Una fuente allegada a la causa recuerda de esa instancia que “todos los que pretendían cobrar su parte, pudieron hacerlo”. La participación fue privada, extrajudicial.
La noticia, en aquella oportunidad, era que se cerraba el eterno proceso judicial. Sin embargo, el juez Civil y Comercial de 29ª Nominación, Carlos Bustos, tiene en su despacho nuevos planteos. Uno en particular, al que tuvo acceso PERFIL CÓRDOBA, es el iniciado por los abogados Tomás Capdevila, Marcos Migliazzo y Oscar Agost Carreño. Ellos representan a los herederos del letrado que patrocinó a Margarita Woodhouse, Jorge Rigo (p).
Como falleció y aún no se abonaron sus honorarios, han iniciado una acción para que sean liquidados. Oportunamente, Rigo acordó con su representada una cuota litis: el 35% del monto que recibiera iría al abogado. Cabe aclarar que también actuó otro abogado. Entre ambos, serían acreedores de US$ 12,5 millones.
Margarita era la concubina de Manubens Calvet, pero en realidad era mucho más que eso. También se encargó durante años de administrar sus bienes. En una época, cuando no pesaban ni eran reconocidos los derechos de las mujeres que vivían en concubinato, puso el énfasis en su tarea como administradora. Eso posibilitó que pudiera acceder a la parte de la herencia que le correspondía.
El rol de Rigo en la demanda fue trascendente por ese motivo. Enhebró los argumentos que permitieron a la mujer que le reconocieran sus acreencias. El abogado no llegó a cobrar sus honorarios. Ahora, su viuda y sus tres hijos pugnan por ello. Han solicitado al juez que se ejecute el pacto de cuota litis.