Los ejecutivos de finanzas tienen hoy múltiples funciones. Son los encargados de defender los “porotos” en la primera línea de caja de las empresas, a la vez que tienen que involucrarse en la estrategia de corto, mediano y largo plazo. La entidad más importante que nuclea a los profesionales de finanzas en el país es el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF). PERFIL CORDOBA dialogó con su presidente, Jorge Saumell, sobre los desafíos que supone la pandemia para la macro argentina, lo que están viendo los ejecutivos del sector y las posibles vías de mitigación de la crisis.
-¿Hubo una reconversión de los ejecutivos de finanzas?
-Sin perjuicio de que seguimos trabajando con los números, en la liquidación, en el día a día de la empresa, el responsable de finanzas hoy participa muy activamente del diseño de la estrategia. Es un ejecutivo formado distinto al de años atrás, que hoy va más allá del control y de la auditoría, tiene responsabilidades fiduciarias, pero forma parte del diseño del negocio. Tiene un manejo muy fluido de la información dura de los negocios, lo que da una base sólida para discutir sobre la estrategia que se proyecta una compañía.
-Está muy golpeada la economía real, ¿qué está pasando en el campo financiero?
-La misma preocupación que tienen todos en la caja de corto, el ahogo, el estrangulamiento, la necesidad de liberar toda la capacidad productiva, hay una capacidad ociosa fenomenal. En el interior la situación puede ser más promisoria en ese aspecto, pero tenemos por delante un escenario complejo y no se va a disipar fácilmente. El arreglo de la deuda externa y la reestructuración de la deuda local es condición necesaria pero no suficiente. Sería importante despejar el escenario para adelante, pero vamos a convivir con una situación de ahogo financiero donde las empresas se han quedado sin resto, desde el punto de vista macro va a ser complejo.
-¿Imagina una salida más en L?
-En este tema de las letras no me animo a pronosticar si L, V, o U, la verdad es que no me meto con el abecedario, la situación es súper complicada. Hay que tratar de tener líneas de crédito a costo razonable, pero sobre todo que den plazo, que den un horizonte más largo para recomponer el proceso productivo y reestablecer la capacidad de oferta que hay. Tenemos muchos desequilibrios que se multiplican y son imposibles de sostener en el tiempo, el escenario por delante puede ser inestable.
-¿Cómo vio la respuesta del Estado?
-Es un Estado limitado por la situación muy precaria que tiene y que llega a este ciclo muy frágil. Lo deseable sería que el sistema financiero privado, que tiene capacidad prestable, se siente con el sector industrial y con el de servicios a imaginar líneas de créditos y financiamiento que vayan más allá del corto plazo, eso sería muy deseable.
-Un rol más activo de la banca privada.
-No necesariamente hay que esperar todo del Estado, acá hay actores económicos muy potentes para sentarlos en una mesa. El rol de los bancos tiene que ser muy proactivo, pero yo trabajé en bancos, me consta que generar activos de riesgos es dificultoso en Argentina, los cambios de reglas complican las cosas. Si el Estado puede liberar la capacidad prestable de los bancos y los bancos y empresarios se sientan y discuten más allá de la coyuntura hay una oportunidad. Hay muchísimas empresas viables que han quedado ahogadas. Hay que darles aire. A veces nos quedamos esperando que el Estado ordene los procesos, yo tengo mis dudas, a veces el Estado tiene que estar facilitando y que sean los propios sectores los que trabajen en lo que saben hacer y hagan alianzas productivas. Si están todos los incentivos para que los bancos vuelquen parte de su capacidad prestable en Letras de un mes eso no es lo mejor.