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Entrevista

Alejandro Moyano: “Nunca recibí presiones en la Fiscalía General de parte de Schiaretti ni de De la Sota”

El Fiscal General de la Provincia, Alejandro Moyano, dialogó con PERFIL CORDOBA y destacó a la Fuerza Antinarcotráfico como su principal logro. Además, confirmó que, de no mediar prórroga, el 14 de marzo dejará su cargo.

Alejandro Moyano CBA
MANDATO. "Continuar no depende de mí", dice Moyano sobre el cargo que ocupará hasta marzo | Cedoc Perfil

Alejandro Moyano asumió como Fiscal General en marzo del 2014, designado por el exgobernador José Manuel De La Sota. Teniendo en cuenta que el próximo 14 de marzo vence su mandato al frente del Ministerio Público Fiscal, el gobernador Juan Schiaretti deberá resolver si le prorroga el mandato o designa un nuevo fiscal. Así lo corrobora el propio Moyano en diálogo con este medio: “El 14 de marzo se me vence el mandato de cinco años. La ley permite una prórroga, pero eso es voluntad del gobernador y de la Legislatura, no depende de mí”.

—En el balance de su gestión ¿la Fuerza Policial Antinarcotráfico es el principal logro?

—Sí, la puesta en marcha de la Fuerza Antinarcotráfico fue el principal logro de gestión. Si no hubiera estado la FPA, (el tema de) la droga en Córdoba sería mucho peor, estoy totalmente seguro. Hay que trabajar mucho para que tengamos menos droga. Se han hecho muchas cosas en las unidades judiciales. No es una justicia rápida como pretendemos, pero hemos mejorado en varios aspectos.

—¿Alguna vez le dijo a un fiscal como tenía que resolver una causa?

—El Fiscal General tiene prohibido, por ley, darles instrucciones a los fiscales sobre cómo resolver una causa. Es importante para la tranquilidad de ellos. Por una cuestión de personalidad no lo podría hacer, pero además es lo que dice la ley.

—¿Y a usted alguna vez alguien del Gobierno lo llamó para preguntarle o para presionarlo por una causa?

—Jamás me llamó nadie. Ni el anterior gobernador ni este, jamás me han llamado, para nada. Será porque no tengo relación con ellos. Ni por parte de De la Sota ni por parte de Schiaretti tuve algún tipo de presión.

—¿Por qué no se pudo avanzar en la causa Odebrecht en Córdoba?

—En Odebrecht todavía estamos en camino. Tuvimos una demora muy grande por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Nación. En un primer intento que hizo el fiscal de instrucción recibió como respuesta que tenía que firmar un convenio con la autoridad de Brasil, la autoridad de Córdoba y el Ministerio de Relaciones Exteriores como garantes del acuerdo. Ese acuerdo debía asegurar La puesta en marcha de la Fuerza Antinarcotráfico fue el principal logro de gestión que la información que se diera no fuera utilizada en contra de las personas que habían declarado. Estuvimos meses esperándolo. Y después nos mandan una respuesta diciendo que la Nación había firmado un convenio con Brasil y que ya no hacía falta la intervención del Ministerio, por lo que nosotros directamente teníamos que pedir todo a la justicia de Brasil. Una cosa bastante improlija y poco esperable de un Ministerio de Relaciones Exteriores. Entonces, empezamos de nuevo el trámite. Fue todo una pérdida de tiempo. Ya le comuniqué al fiscal Bornancini (a cargo de Anticorrupción) que él directamente pida a las autoridades de Brasil la documentación y las copias de esas declaraciones, sin pasar por el Ministerio.

—¿Cómo quedó su relación con el fiscal adjunto José Gómez Demmel?

—La relación quedó un poco deteriorada, pero no incidió nunca en lo funcional. Hubo una apreciación errónea de todo el mundo. Se hablaba de una interna Schiaretti-De La Sota, o de una interna mía con Gómez Demmel y la verdad que nada que ver. Jamás hubo una interna. Jamás en la Fiscalía General hubo una resolución que diga ‘esta le gusta a De la Sota, esta le gusta a Schiaretti’. Es más, a De la Sota lo conocí el día que me ofreció el cargo y después lo vi cinco veces en diferentes actos, no tenía relación con él, y con Schiaretti solo tengo excelente relación institucional.

—Una de las fiscalías más cuestionadas es la de Anticorrupción. ¿Cómo valora su funcionamiento?

—Las causas de corrupción son investigaciones muy complejas. Y, según mi opinión, sí o sí tienen que ser investigadas por fiscalías especiales, porque si reparto todas las causas de corrupción en la totalidad de las fiscalías, las paralizo a todas. Creo necesario que existan las fiscalías anticorrupción, aunque habría que achicarles la competencia, pero no hacerlas desaparecer.

—¿Cree que alguna vez se sabrá la verdad en el caso Dalmasso?

— El tiempo que pasa siempre opera en contra de las causas penales. Ahora el fiscal tiene otra hipótesis. No puedo decir que se va a resolver, pero siempre está la expectativa y la esperanza mientras la causa no esté prescripta.