-Usted fue uno de los primeros que apoyó a Juez como candidato a gobernador. ¿Cómo ve el escenario en Córdoba y cuál es la relación que tiene con él?
-De amistad y de respeto político. He compartido el Senado y creo que es un hombre esforzado que ha venido trabajando fuertemente para lograr esta candidatura. La elección del 2021 le abrió la puerta para ser candidato a gobernador y tiene la gran posibilidad de que el pueblo de Córdoba le dé la revancha de lo que ocurrió en el 2007 y me parece que se ha preparado para gobernar Córdoba. Siempre tuve la certeza de que Luis era la mejor expresión de Juntos por el Cambio y lo sostuve en los medios y también en las presencias que tuve cuando vine a esta provincia.
-¿Qué opina del acuerdo que hubo en Córdoba para definir las candidaturas?
-Me alegra mucho la resolución que tuvo JxC, donde el rol de Rodrigo de Loredo fue importante. Tuvieron una resolución inteligente de dirimir el proceso de las candidaturas de manera compartida y creo que es una de las llaves del éxito futuro. Me parece que esto le tiene que servir de ejemplo a JxC a nivel nacional.
-¿Cómo sigue ese proceso, que parece golpear a JxC?
-En lo programático estamos muy cerca todos. En el mensaje económico de Gerardo Morales, el mío, el de Bullrich o el de Rodríguez Larreta no hay muchas diferencias. Todos sabemos que hay que tener orden fiscal, ordenar el valor de la moneda, tener un sistema cambiario que ponga en valor las economías de importación y hay que hacerlo convivir con un dólar libre. Si se puede levantar el cepo o no dependerá de las circunstancias. Creo que vamos a sumir un gobierno en medio de una gran volatilidad económica, por lo tanto ahí no sería tan dogmático, tan rígido, hay que ir a un sistema de libertades pero tampoco se puede despilfarrar lo que no hay, que son las reservas del Banco Central.
-¿Evaluaría la posibilidad de dolarizar la economía?
-No creo en la dolarización porque no hay posibilidades materiales de llevarla adelante y porque también pienso que un país como Argentina tiene que tener una moneda propia que sirva, que no se devalúe y que no haya emisión desbordante. Hay que evitar un discurso economicista duro, donde se hace hincapié en las medidas que se tomarían el primer día o en las primeras cien horas. En segundo lugar, hay que construir un mensaje de que Argentina puede salir de esta situación, que hay que instalar un capitalismo productivo y no financiero. Tenemos que lograr que Argentina funcione, con racionalidad y eficacia. Hay que terminar con eso de regalarle plata a los movimientos sociales y a los gerentes que administran pobreza. El que necesite ayuda será asistido por el Estado, pero sin intermediarios. Hay que ir saliendo de la patria de los planes y la Iglesia nos tiene que ayudar, pero no una Iglesia clasista, que esté en contra de los que generan plata y dan trabajo.
-En el caso de Córdoba: ¿cómo se le gana al peronismo después de 24 años en el poder?
-No hay nada que dure para siempre. Hay un largo ciclo que está llegando al final porque el gobierno de Córdoba, si bien tiene matices propios, ha estado inserto en la decadencia de la realidad argentina y en el gobierno de (Alberto) Fernández, por lo tanto creo que está atrapado en esa telaraña, no se alcanzan a diferenciar con la creación de este bloque llamado peronismo federal y creo que la llamada tercera vía es un espacio para beneficiar al gobierno, por lo que hay posibilidades de ganar en Córdoba. Creo que Luis (Juez) puede ganar y a nivel nacional ya vemos lo que es este gobierno.
-¿La posición actual de Schiaretti de disputar un espacio en el escenario nacional es diferente a la que tenían con Alternativa Federal en 2019?
-Aquel era un proceso de renovación total del peronismo y Schiaretti era una de las figuras centrales. Tengo respeto por el gobernador, no hablo mal de nadie, discuto ideas y no voy a entrar en ninguna descalificación, pero creo que perdimos una gran oportunidad. En un momento determinado habíamos convocado en esa mesa de cuatro que integrábamos con (Juan Manuel) Urtubey, (Sergio) Massa y fundamentalmente con el gobernador de Córdoba, que era el más potente. Habíamos convocado a más de 120 diputados y 11 gobernadores. Creo que había una gran oportunidad de democratizar el peronismo, de que el kirchnerismo no volviera a gravitar en el peronismo y que Juan Schiaretti tuviera un rol preponderante, pero bueno… están siempre los hombres y las circunstancias y la historia pasa y no se puede rehacer.
-¿Y a nivel nacional? ¿Por dónde pasará la clave?
-Hay que hacer bien las cosas en JxC, no hay que hablar tanto de (Javier) Milei. En el 88, Menem me dijo: nunca hables de otros, hablá de tus ideas. En JxC hay muchos que hablan permanentemente de Milei y hay que terminar con eso. Él expresa una visión de la antipolítica, del enojo con los políticos y creo que eso no alcanza, es lo mismo que expresa Vox en España y es un partido minoritario. Más allá de que se presenta Milei, el debate va a estar entre la coalición que está mal gobernado Argentina y la construcción de JxC, que se consolidó en el 2021. Además, me pregunto: ¿se puede gobernar Argentina sin tener mayoría en las dos Cámaras? Es clave eso. ¿Se puede construir una mayoría parlamentaria con una sola elección? No. Esto también es un interrogante para Milei en torno a cómo construye mayorías para poder gobernar. No creo que pueda hacerse un referéndum de cada tema o cambio que tenga que hacerse en el país. Hay que analizarlo con cierta mirada lógica y responsable. El partido que gobierne Argentina lo tiene que hacer con mayoría parlamentaria y el único que puede lograrlo es JxC.