“Fueron violados el artículo 14 de la Constitución Nacional que garantiza circular libremente por el territorio argentino. El artículo 14 bis sobre la protección integral de la familia. También se ha violado el artículo 75 inciso 19, que establece el derecho al desarrollo humano y que es evidente que está comprendido en este caso porque se impidió que un padre pueda despedir en el momento final a su propia hija, con lo cual se afectó la personalidad, el alma, el corazón del padre y de la hija con esta actitud. Al papá de Solange le vulneraron todos los derechos esenciales de una persona. Se actuó de manera irracional y sin ninguna proporcionalidad”, afirma Hernández.
Además sostiene que el accionar de los funcionarios que controlaban y le prohibieron viajar al papá de Solange es inconstitucional: “Son funcionarios que de ninguna manera pueden actuar como jueces y aplicaron estas medidas que son inconstitucionales, y que están originadas en simples resoluciones administrativas del COE que no tienen ninguna validez constitucional en esta materia”.
El abogado incluye en su análisis una perspectiva más profunda sobre los alcances y consecuencias de la emergencia sanitaria: “El caso del papá de Solange muestra claramente el avance que se viene dando de manera permanente sobre los derechos fundamentales de las personas. Y no se observa ninguna reacción del poder ejecutivo, legislativo o judicial. Esto revela que en la Argentina se ha vuelto al pasado en toda esta cuestión de los abusos de las emergencias. Se gobierna por decreto. Ya está afectado el sistema republicano y es momento de poner límites a tamañas arbitrariedades”.
Pablo Musse: “Quiero iniciar acciones legales”
Pablo Musse padeció seguramente la peor semana de su vida. El fin de semana pasado, en un control sanitario en la localidad de Huinca Renancó, después de haber viajado más de mil kilómetros desde la localidad neuquina de Plottier, lo obligaron a volver a su provincia, porque dos test rápidos arrojaron una sospecha por coronavirus. Luego un hisopado costeado por él mismo, arrojó un resultado negativo.
Pablo venía rumbo a Alta Gracia para poder visitar y ver a su hija, Solange, afectada con un cáncer de mama muy avanzado y en un estado de salud frágil. Solange había pedido y rogado ver a su papá. La odisea de Pablo comenzó en ese control en el sur provincial, donde lo hicieron regresar con una custodia de ocho patrulleros para asegurarse que no rompa con “los protocolos”. Pablo manejó 40 horas seguidas, entre la ida y el regreso a su casa.
Pasó una semana y Pablo pudo llegar a Alta Gracia, después de una autorización de la Justicia federal. Pero ahora para dejar los restos de su hija en un cementerio parque. Solange murió el viernes sin poder cumplir una de sus últimas voluntades, ver a su papá.
Con un inexplicable dolor, angustia y bronca, Pablo dialogó con PERFIL CÓRDOBA, con la voz quebrada, pero con una tremenda contundencia expresó: “En este momento tengo una enorme sensación de dolor e injusticia porque no me dejaron estar con mi hija por un protocolo, por inoperancia del famoso COE. No tuvieron ni el más mínimo sentido humanitario de una persona que en sus últimos días tenía quizás el último deseo de estar con su papá, ella me estaba esperando. Y se cagaron en todo. Tengo mucha bronca e indignación”.
Pablo espera que todo el dolor por el cual están atravesando él y su familia no sea inútil: “Dios quiera que sirva de algo todo esto que nos pasó. Ojalá que la muerte de mi hija sirva para que se respeten los derechos de las personas hasta el último aliento”.
Aunque no es su prioridad en estos momentos, Pablo Musse también confirmó que su intención es la de accionar en contra de la provincia: “Lo quiero hablar con mi abogado, pero yo quiero iniciar acciones legales contra quien sea, quiero buscar a los responsables que nos causaron todo este daño irreparable. El COE sabía que yo viajaba, pero ni así me ayudaron”.