‘Argentina, 1985’, la película dirigida por Santiago Mitre en la que Ricardo Darín interpreta a Julio Strassera, el fiscal del juicio que permitió sentenciar a las Juntas Militares de la última dictadura, puso nuevamente en el diálogo público a esta trascendental etapa de la historia argentina.
Carlos Becerra es uno de los grandes referentes del radicalismo provincial y le tocó vivir todo el denominado Juicio a las Juntas muy de cerca, primero como diputado nacional y luego como secretario General de la Presidencia del gobierno de Raúl Alfonsín. En un alto de sus tareas habituales, Becerra dialogó con PERFIL CÓRDOBA y compartió algunos recuerdos sobre ese momento histórico.
“Para hablar del Juicio a las Juntas debemos analizar lo que pasó antes, si no no se entiende. Es importante saber cómo se llegó hasta ahí, porque empieza por parte del Tribunal Oral, de la Cámara Federal de Buenos Aires, que tuvo una formidable performance y por supuesto la actitud del fiscal Strassera junto con su equipo de trabajo”, señaló.
“El inicio de todo este procedimiento fue el compromiso electoral, el contrato político, que Alfonsín había hecho durante su campaña: llevar al juzgamiento a los responsables del latrocinio de todos esos años. Tenía que materializarse el compromiso político y ético, para lo que se realizaron un montón de pasos. El primero fue el decreto de Alfonsín (158/83), pocos días después de asumir la presidencia, ordenando el inicio de las actuaciones y la persecución de los responsables de las Juntas Militares desde el 24 de marzo de 1976 hasta la entrega del poder al gobierno democrático. Por supuesto, el pedido de prisión de los exjefes militares y al mismo tiempo instar el movimiento de la Justicia Militar”, recordó Becerra.
“El Juicio Civil y el Juicio a las Juntas comienza por la actuación de la Justicia Militar. Se mandaron todos los antecedentes y toda la información, pero cuando pasó un tiempo y esta no actuó y no avanzó, entonces automáticamente todo ese material pasó a la Justicia Civil. Recién allí arranca la Cámara de Buenos Aires, y a partir de ese momento empieza la actividad patriótica de los fiscales Strassera y Moreno Ocampo. No he visto la película y no sé si cuenta cómo se llegó hasta allí, pero tengo el comentario de que es una muy buena radiografía de lo que pasó”, comentó.
Diario del Juicio. Para Becerra, un protagonista muy importante para la difusión de lo que ocurría durante el proceso judicial fue el Diario del Juicio, una publicación semanal que narraba lo que se decía en ese legendario proceso oral y público. El dirigente recuerda que las audiencias eran públicas: “Podía entrar cualquier persona que se anotara para ingresar al recinto, iban rotando porque no alcanzaba para los cientos de miles que querían ver el juicio. Entonces se emitió un diario que se distribuía gratuitamente y fue de mucha utilidad. Era un texto muy veraz y preciso de lo que había ocurrido en el país. Durante muchos años, durante la dictadura y también durante parte del gobierno democrático, estaba instalado aquello de que ‘por algo será’. Esa frase horrible terminaba justificando todo el latrocinio que había ocurrido: la desaparición forzada, la tortura, los homicidios”, afirmó el radical.
Y agregó: “Esa frase se decía dentro de las familias comunes de la Argentina. Había una justificación del comportamiento de la dictadura y de las Fuerzas Armadas en algunos segmentos de la sociedad. Este diario realizó una tarea espectacular, formidable. Las personas recibían este semanario que contaba el detalle de lo que ocurría en cada una de las audiencias. La sociedad argentina no podía ignorar lo que efectivamente ocurría en el país porque estaba dicho en boca de los imputados y de los testigos que habían sufrido la persecución o la muerte de un amigo, un pariente o un conocido”, completó.
Rol del peronismo. En su relato, Becerra comentó que durante el juicio las presiones eran “concretas y muy fuertes, ya que los militares aún tenían capacidad de mando”. Sin embargo, la Cámara Federal actuó con total libertad y basándose “en una base de datos formidable que fue el Nunca Más, datos que recolectó la comisión presidida por Ernesto Sábato. La Conadep fue una organización patriótica formidable por la gesta que realizó y quienes participaron allí pasarán a la historia como personas que jugaron su prestigio y su vida para hacer la investigación que hicieron”, resaltó.
Becerra señaló también que no es un dato menor que “el peronismo se negó a integrar la Conadep, tanto en Diputados como en el Senado”. “No hubo ningún miembro del peronismo y no hubo ningún miembro de la comisión de Derechos Humanos que hoy conocemos, a excepción de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH ), que tuvo como una de sus representantes a Graciela Fernández Meijide.” Alfonsín.
Por último, Becerra, como una de las personas que más cerca estuvo de Raúl Alfonsín, aseguró que el entonces presidente vivió el juicio “con una profunda emoción por el deber cumplido''. “No hay que olvidarse que Alfonsín fue un defensor de los derechos humanos, un defensor de presos políticos. Desde su formación letrada, como abogado, a su compromiso como primer mandatario de la Nación, haber concluido este juicio y echar luz sobre lo que ocurrió en los años más oscuros, fue muy importante. Saber que este episodio de tantos años de terror, nunca más iba a ocurrir”, cerró.