Los datos que está dejando el impacto de la sequía por el fenómeno de la Niña en el agro son desoladores. Cuando aún se espera por los números finales de las cosechas muy importantes como soja y maíz ya se sabe que hay una caída record de la producción del 41%.
En volumen significa una disminución de 52 millones de toneladas frente al ciclo anterior. En ese sentido, los valores se corrigen a la baja semana a semana y ya se habla de una caída de las exportaciones de US$25 mil millones. Hay una referencia actual que es muy gráfica en ese sentido para saber que implica lo que el campo está perdiendo y que se sentirá en la economía: el precandidato presidencial por La Libertad Avanza, Javier Milei, viene bregando hace tiempo por la dolarización de la Argentina. Y cuando se le consulta sobre cuál es la necesidad de dólares que se requieren para poder adoptar ese sistema de competencia de monedas dispara un número: US$30 mil millones.
Es decir, la sequía es tan grave, que lo que se pierde casi equivale a lo que necesitaría el país si un Milei presidente avanza con la dolarización.
Volviendo a los números del agro, la sequía tendrá efectos en todos lados y, como se sabe, el Estado es uno de los más perjudicados. La gestión de Sergio Massa al frente de Economía está muy preocupada porque sólo en Derechos de Exportación –retenciones- dejaría de percibir más de US$6000 millones.
La provincia de Córdoba, por su matriz económica, es la más afectada: se estima que la sequía generará una pérdida de US$7330 millones en relación a la campaña pasada. El impacto se concentra en agricultura, pero también pega de lleno en la lechería y en la producción ganadera. Se cree que la producción de soja no llegará a los 7 millones de toneladas. Será la más baja en lo que va de este siglo. El panorama para el trigo es una lágrima: la baja es del 78% en relación a la campaña pasada.
La mayoría de estos números los puso sobre la mesa el presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, cuando se reunió con directivos y productores de Córdoba esta semana en Deán Funes.
Pero de todo lo malo que se conoce sobre la evolución de la sequía y la cosecha empezó a asomar otra variable preocupante, para el presente y futuro del sector, de las localidades vinculadas a la producción y de toda la provincia en definitiva: el nivel de endeudamiento de las empresas y los productores del agro de Córdoba.
Se estima que entre capital e intereses la deuda de los productores de Córdoba con los bancos es de $236 mil millones, casi US$1000 millones al tipo de cambio oficial del BNA. Y el otro punto particular que se da en Córdoba es que el nivel de endeudamiento de las empresas de la provincia es el doble que el promedio nacional o lo que se ve en otras provincias productivas: los préstamos para el agro y la ganadería representan el 23% del total de los préstamos otorgados en la provincia, ese valor es del 12% a nivel país.
Todo eso configura un cóctel complejo para ir a un escenario que ya se está advirtiendo en la economía real: distorsiones y cortes en la cadena de pagos. Al resto, Andrés Costamagna, director de la Sociedad Rural de Jesús María y de la delegación Córdoba de la Sociedad Rural Argentina remarcó que la pérdida del capital de producción es muy alta y que recuperar la posibilidad de seguir produciendo sin financiamiento, -por la suba de tasas de interés- va a ser un problema. Afirma que la matriz productiva quedará muy resentida.
“Y el otro punto es que el financiamiento al sector, por parte de las entidades bancarias, es más alto en Córdoba que en otros lugares. Es un endeudamiento que va a ser difícil de rescatar y va a generar problemas en la cadena de pagos y en lo que es el financiamiento local. Creemos que la campaña que viene va a ser muy complicada. Van a faltar US$7330 millones, ¿Dónde? En las localidades del interior y en la provincia. Y a su vez Córdoba tiene una matriz de agregado de valor muy fuerte, la agrega valor al maíz, le agrega valor a la soja, al maní y no está esa materia prima. Entonces vamos a tener un montón de industrias que van a estar con cortes por falta de volumen y no hay manera de reemplazar eso”, afirma.
Y profundiza sobre dos niveles de consecuencia directo: complicaciones y cortes en la cadena de pagos y afectación del empleo: “hay empresas de maquinaria agrícola que el año pasado estaban a full, tomaron 500, 600 empleados y ahora están por cesantearlos. Afecta a muchas industrias cordobesas más allá del productor. Dinamiza un montón de sectores. Cuando falta la materia prima porque la sequía te la llevo empiezan a haber complicaciones. El problema va a ser grave, pero para todos los ciudadanos de Córdoba. Vamos a un año, en términos de plazo, sin ingresos. Es un tiempo que es muy lejos para las empresas”.
“Para lo que viene hay que entender que la empresa o productor que no pague los créditos no los va a tener para la campaña que viene. Se retira ese financiamiento y es mucho más difícil seguir produciendo. O se sigue produciendo, con menor rendimiento y menor nivel tecnológico. La consecuencia de esto es que se empieza a afectar la rentabilidad futura. Se recorta en avance tecnológico y en semillas más baratas”.
-¿El dato positivo es que el año que viene hay muchas más chances de un escenario de fenómeno climático Niño, con humedad y lluvias?
-En principio deberíamos tener, en lo climático, un año más normal, y sembrás con un gobierno y cosechas con el otro. Ahí tenés una expectativa de que los parámetros actuales cambien. Por ejemplo, que haya un tipo de cambio único. Eso ya sería una ventaja.
-La macro se puede acomodar, pero las empresas van a llegar lastimadas financieramente.
-Exactamente. La perspectiva hacia adelante es buena, pero el cómo vamos a llegar es lo difícil de ver.
-Cuando hablan de problemas en la cadena de pagos lo ven como algo de mediano plazo o ya hay cheques rebotados?
-Ya empezó. Y se va a agravar hacia fines de mayo y en junio. La noticia va a ser que las corredoras de Rosario van a tener problemas y que las SGR que descontaron cheques tienen dificultades. Ya empezó, todavía no está agudizado por los vencimientos, pero está empezando. Hay datos del doble de cheques rechazados. Va a ser difícil, vamos a tener que ver cómo se refinancian los pasivos porque el hueco que está dejando la sequía es muy grande y no hay estructuras financieras. La sequía está mostrando lo que la política hace. Vos dejas sin recursos por llevártelos como tributos y no devolverlos al sector y cuando el sector tiene dificultades La Ley de Emergencia o cualquier paliativo no te alcanza para nada.
-¿Qué se puede esperar en términos de apoyo?
-La ley de Emergencia prevé algunas cosas, pero son cortas, posdata los impuestos o te exime de los anticipos de Ganancias. Es un tema financiero de corto plazo. Acá el problema es económico. Va a faltar esa guita. Y le va a faltar al productor, pero le va a faltar a la Argentina. El campo tiene un golpe de lleno, pero derrama en todo, vamos a sufrir todos y va a ser larga la agonía.