A días de concluir el 2019, la presidenta de la Cámara Federal de Apelaciones, Graciela Montesi, abrió por primera vez su despacho para una entrevista periodística. El viernes pasado recibió a PERFIL CORDOBA tras una semana en que el tribunal llegó a un acuerdo que puso paz a las turbulencias internas que signaron los últimos meses.
“A pesar de estas últimas internas que han sucedido, fue un buen año en el que la Cámara Federal ha tenido una producción enorme de fallos. Hemos trabajado con Liliana Navarro como vicepresidenta; en lo jurisdiccional, ella presidiendo la Sala B y yo la Sala A, en una armonía absoluta. No tuvimos desentendidos, más allá de las cuestiones de superintendencia que son opinables”. “El trabajo ha sido impecable; estamos prácticamente al día. Las estadísticas que estamos elaborando para cerrar el año demostrarán que hemos trabajado mucho y bien”.
Con ese balance del año concluyó el diálogo con este medio. La charla abordó también los temas que enfrentaron a los dos sectores de los jueces, Abel Sánchez Torres, Eduardo Avalos y ella por un lado; y Liliana Navarro, Ignacio Vélez Funes y Luis Rueda por el otro. El doble voto de la presidencia para desempatar las decisiones donde no se conseguía acuerdo, la posición del gremio, los cuestionamientos a sus vínculos con otro magistrado, también fueron parte de la charla.
—¿Por qué eligió un perfil bajo en su gestión?
—Los jueces tenemos quehablar a través de nuestras resoluciones. Si hay algún interés que puede exceder las resoluciones y que está bajo la órbita de la presidencia, se puede aclarar. Únicamente he sacado un comunicado cuando debí hacerlo.
—La Cámara Federal pasó por fuertes disidencias de dos sectores muy enfrentados. ¿Por qué se llegó a eso?
—Mucho de lo que ha pasado ha sido culpa nuestra, por no haber sabido consensuar. Hemos tenido un acuerdo el miércoles pasado cuando hablamos mucho de este tema. Somos seis personas que venimos de una carrera judicial, tenemos mucha experiencia. Tenemos todos nuestro carácter y personalidad, nuestros modos de ver las cosas. Se dan muchos casos de empates en las cuestiones que tratamos y el doble voto en la presidencia soluciona rápidamente las cuestiones. Pero hay algunas que es mejor que no se solucionen tan rápido en el tiempo y que se mediten, se consensúen y se llegue a acuerdos. Decidimos suspender el ejercicio del doble voto que ya existía en el reglamento cuando nosotros asumimos. Los seis entendemos ahora que es mejor la rotación, es mejor hablar y consensuar y llegar a decisiones por mayoría.
—La próxima decisión será la designación del secretario o secretaria penal…
—Aunque lleve más tiempo nos pondremos de acuerdo.
—¿Han quedado en pie las últimas dos postulaciones para la secretaría de la Cámara, Gabriel Alvarez y Mariano Longobardi?
—Yo creo que vamos a comenzar de cero, a consensuar lo que a todos nos parezca bien. Podrían ser ellos dos u otras personas.
—¿Por qué no promueven concursos para designar a personal y funcionarios, como en el Ministerio Público Fiscal?
—Ellos lo tienen regulado. Si bien nosotros lo tenemos previsto, no está implementada la forma de hacerlo. Un concurso lleva tiempo, hay que instrumentarlo. Los funcionarios, los secretarios, tienen mucho de confianza. Las personas pueden demostrar capacidades en un concurso, pero pasa también por ese aspecto. Es un funcionario que será leal a seis jueces, al tribunal fundamentalmente. Es fácil evaluarlo cuando se conoce a los empleados. Abrir un concurso hacia afuera es difícil.
—¿En algún momento pensó en cambiar e ir a otro tribunal, tal como sugirió Julio Piumatto?
—No, en absoluto. Yo no voy a cambiar de tribunal. Yo trabajo en la Justicia Federal desde los 18 años. He pasado por todos los cargos. Nunca me han ascendido porque hablara con alguien o porque tuviera una buena relación con algún funcionario. Siempre me gané cada uno de los cargos. Y he concursado también para este. He concursado en Civil y en Penal. Y no voy a permutar con ningún magistrado. En Córdoba, no hay una Cámara con competencia similar ni tengo interés en permutar absolutamente nada.
—Si bien hay cuestiones que hacen al fuero íntimo, lo dijo la Corte Suprema, hace ruido el vínculo que usted tiene con un juez de este tribunal.
—No voy a hacer ninguna declaración sobre mi vida. No voy a permitir ni voy a autorizar a nadie una intromisión sobre mi vida íntima. Conozco muy bien cuáles son los impedimentos legales, reglamentarios para un juez en el ejercicio de la magistratura. Yo no los tengo. Ahora, qué hago yo con mi vida es una decisión mía. Soy una mujer divorciada con cuatro hijos y en mi intimidad hago lo que quiero. No permitiré ninguna intromisión.
—¿Tuvo resistencia del gremio?
—No. Tengo muy buena relación con todos los delegados gremiales. Tuvimos un año que ha sido muy bueno y lo reconoció el gremio en la presentación que ha hecho. Julio Piumato dijo que la mayoría de las decisiones fueron por consenso. De 192 acuerdos, en solo seis se usó el doble voto y no fue por ascenso de empleados. Salvo el tema de la secretaria penal.
ACUERDO
El miércoles pasado los seis vocales de la Cámara Federal de Apelaciones acordaron que Liliana Navarro será presidenta el año próximo; y Eduardo Avalos, el vicepresidente. A partir de 2021, se decidirá a su sucesor por sorteo. Y se limitó el uso del doble voto para cuestiones de superintendencia.