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Dra. Fernández Cordero

“Lo más duro es contener a la familia que espera afuera”

La jefa de terapia intensiva del Rawson cuenta en primera persona cómo es liderar el combate contra la pandemia en uno de los centros de referencia de la provincia. Qué sintió al infectarse, y el llanto al ver el cartel de los hinchas de Talleres.

Fernández Cordero
EN CARNE PROPIA. “Haber superado el Covid me ubicó en otro lugar para hablar con los pacientes. Lloramos juntos cuando me cuentan de sus dolores”. | Federico Rodríguez

“Los terapistas somos persona algo cerradas, incluso se puede decir que no del todo sociables, pero esta enfermedad modificó hasta nuestra forma de ser, porque la función social aquí es muy importante. Lo más duro del coronavirus es contener a la familia que espera afuera”.

Las palabras pertenecen a Silvia Fernanda Fernández Cordero (44), jefa de terapia intensiva del Hospital Rawson, el centro de salud de referencia en la lucha contra el Covid19 en la provincia.

Nacida en La Banda (Santiago del Estero), Fernández Cordero es dueña de una humildad que sorprende. En sus palabras, pausadas, serenas y varias veces interrumpidas por la emoción se refleja la lucha de cientos de médicos intensivistas que le pusieron el cuerpo a esta dura y desigual batalla contra el virus.

Formada en la Facultad de Medicina de la UNC, carrera que hizo mientras en paralelo trabajaba para poder afrontar el costo de sus estudios, Fernández Cordero lidera el equipo de la terapia intensiva del Rawson y está al frente de un grupo de profesionales que desde marzo le presentan batalla a la pandemia en esta provincia.

“He vivido todo este tiempo con un gran compromiso y una fuerte responsabilidad por mi función. Me comprometí a hacer lo mejor y lo máximo posible. Fui adueñándome de responsabilidades con el paso de las semanas y haciendo lo que era necesario. Inicialmente teníamos seis camas destinadas a Covid y mi propuesta era tener tres camas más. Día a día fuimos ampliando esa cantidad. Aquí en el Rawson, desde el comienzo la demanda fue muy importante, ya que al principio incluso los asintomáticos quedaban internados”, recordó la médica en diálogo con PERFIL CORDOBA.

“Mi principal temor siempre es lo que me falta hacer. Es algo en lo que pienso en cada momento. Todo el tiempo me pregunto ‘¿qué me falta?’. Tanto desde lo médico como lo humano. Tanto para con los pacientes como con su entorno”, agregó Fernández.

“Yo tengo 44 años y comencé a trabajar en terapia intensiva en el 2009. Desde ese momento coordino espacios críticos, pero esta enfermedad es distinta. Lo más duro en el coronavirus es el contacto con la familia. Los familiares no pueden ver al paciente que está aislado, entonces la función social humana es muy importante. Los informes que debemos dar a veces son muy negativos. Incluyen situaciones muy críticas y también fallecimientos. Esa es la parte más compleja de mi trabajo y es mucho stress el que se vive. Más allá de la función médica que uno cumple, es una función social, educativa y en cierto modo también de psicóloga”, describió con la voz entrecortada la profesional.

Cartel Hinchas Talleres

 

Lloré al ver la imagen que decía ‘Nos vemos el jueves en el Rawson’”

La marcha que los hinchas de Talleres realizaron por los 107 años del club, dejó una imagen que se viralizó. En la misma se veía a un grupo de jóvenes, en medio de una multitud, con un cartel que decía "Nos vemos el jueves en el Rawson".

Consultada por esta fotografía, Fernández Cordero contó que “cada vez que recuerdo esa imagen, me da una emoción muy negativa” y explicó los motivos de esta sensación que atravesó al ver la foto. “Yo estaba en el Hospital y lamentablemente estaba haciendo el reporte del fallecimiento de un paciente de 32 años cuyos hijos chicos estaban esperando afuera. Me llegó la foto por un grupo de whatsapp y mi reacción fue romper en llanto”.

“Esa imagen fue muy dolorosa. Uno está viviendo una realidad dentro del hospital y hay personas que no tienen el conocimiento de esta realidad. Tal vez por eso puede ser que no tengan los cuidados necesarios”, completó.

 

Superar al Covid.

A lo largo de estos meses, Fernández Cordero tuvo que enfrentar al virus de manera personal al contagiarse de Covid. No la tuvo fácil y así lo recuerda.

“Siempre rogué no infectarme por el hecho que no iba a poder estar aquí en la terapia. Estuve en aislamiento sólo unos días porque reconocí ser contacto estrecho y a los tres días confirmé mi diagnóstico”, recuerda.

“Clínicamente la pasé mal, fue muy sintomática mi enfermedad, pero leve. Sufrí un intenso dolor de cuerpo y la pasé peor pensando en cómo se estaba trabajando aquí, pero por suerte tengo un gran equipo que a uno le da tranquilidad y respaldo. Quería volver antes de los 14 días (ahora son 10), pero los cumplí y al día 14 me reincorporé. Los primeros días trabajé sentada porque el dolor de cuerpo no me permitía estar de pie, fue muy debilitante la infección, pero al menos estuve donde tenía que estar”.

De esa situación tan dura, la médica rescata que le sirvió para la continuidad de su servicio. “Haber pasado la enfermedad me dio otro lugar a la hora de hablar con los pacientes. Lloré junto a los pacientes que me contaban que no soportaban los dolores en su cuerpo y pude de alguna manera tranquilizarlos al contarles que había atravesado lo mismo”, narra emocionada.

 

Fernández Cordero 2

 

El equipo está muy cansado”

A lo largo de la charla con este medio, Fernández remarca una y otra vez la importancia de su equipo. Es un concepto que tiene presente todo el tiempo, junto con el de responsabilidad. Respecto a sus compañeros, la médica subrayó que tras tantos meses dando batalla en guardias muy agobiantes, el equipo está “muy cansado”. “No todos trabajamos en un sólo lugar. Cada uno tiene sus situaciones personales y a veces trabajan en varias instituciones”.

Además comentó cómo fue evolucionando el trabajo a lo largo de la pandemia. “Fuimos aprendiendo en todos los aspectos. Uno sabía sobre el distres respiratorio, lo que decía la teoría, pero a lo largo del tiempo fuimos aprendiendo mucho respecto a cómo atender a los pacientes. La práctica nos ayudó mucho y el tiempo fue un factor muy importante”.