Fernando Barri: “Asistimos a una tragedia ambiental”

En 2020 dos personas murieron intentando combatir las llamas, miles de campos se vieron afectados materialmente, con una incalculable pérdida de biodiversidad y servicios ecosistémicos. “Asistimos a una verdadera tragedia ambiental en una provincia que sufre una profunda degradación en esta materia”, sostuvo el biólogo Fernando Barri, docente de la UNC e investigador de Conicet.

PERFIL CORDOBA le pidió que enumere las omisiones y errores cometidos en el combate contra los incendios. Los sintetizó en los siguientes puntos:

◆ El Plan Provincial de Manejo del Fuego (PPMF) fue desfinanciado paulatinamente en los últimos años, reduciéndose significativamente tareas cruciales como la prevención y control temprano de incendios. Solo se trabaja para evitar que las llamas lleguen a centros urbanos, lo que los bomberos voluntarios denominan la “interface”. Mientras tanto, el fuego devora el monte nativo a su paso.

◆ Se cuestiona a los voluntarios que han intentado colaborar con el combate a los incendios, cuando en realidad deberían reconocer que el PPMF ha sido desbordado y que es la ausencia del Estado la que obliga a los vecinos a defender sus viviendas y campos cuando la ayuda no llega.

◆ Más del 90% de los incendios son provocados de manera intencional, tanto en zonas rurales para el avance del agronegocio como en las sierras para el avance de las urbanizaciones en zonas protegidas.

◆ Declaran la emergencia agropecuaria y no la ambiental. El gobierno intenta desde hace años avanzar con el desmonte en las pocas áreas naturales que quedan, por acción u omisión.

◆ No se han adquirido más aviones hidrantes.

◆ No se ha trabajado con los productores rurales para que eviten usar el fuego como método de desmonte o rebrote de pasturas.

◆ No se han realizado campañas de educación ambiental a todos los niveles formales de educación e informales de la población.

◆ Se abandonaron hace años los puestos de vigías para la detección temprana de los incendios, que aumenta en un 80% la probabilidad de ser controlados de manera temprana.

◆ No han incorporado a los brigadistas de incendios forestales que combaten el fuego por fuera de la interface.

◆ No han elaborado mapas de zonas críticas para determinar el origen de los incendios ni se trabajó con las fuerzas vivas para el control en terreno y así evitar que los incendiarios prendan fuego.

◆ Hay “planes de forestación” que desconocen las recomendaciones de los expertos en la materia: permitir cicatrizar a la vegetación nativa y evitar nuevos impactos antrópicos. Las medidas de “reparación” anunciadas solo apuntan a los bienes materiales y a los grandes productores.