A través de
una colectora en la ruta que une Córdoba con Río Segundo se accede al predio
del frigorífico Logros. La compañía atravesó los vaivenes de un sector que
fue muy golpeado, en el que los capitales extranjeros avanzaron con fuerza y
que muestra las marcas que dejó el cierre de muchas de sus empresas. “A
nosotros, los brasileros nos quisieron comprar. Eso fue hace 10 años, vinieron
con fuerza, compraron varias empresas, pero después muchas cerraron. En una
década cerraron 50 empresas en todo el país. Córdoba tenía 5 frigoríficos con
capacidad exportadora y ahora quedamos nosotros solos”, cuenta Mariano Grimaldi,
al frente de la firma.
Con unos
500 empleados que son parte de las distintas etapas del negocio (cría, engorde,
faena, elaboración de subproductos), Logros estima faenar unas 150 mil cabezas
este año, aunque afirman que el sector trabaja con márgenes mínimos de
rentabilidad.
Diagnóstico.
Pese a que la planta
de Logros está concebida para exportar hoy la realidad del sector les impone
un mix donde el 80% de lo faenado queda en mercado interno y un 20% va a
mercados externos. Hay oportunidades en otros países, pero según la mirada
empresaria, la competitividad de la industria deja márgenes muy escasos para
pensar en ventas externas. “Hoy el volumen pasa por Asia. China es la
compradora del mundo. El volumen va a China, las carnes finas, la cuota Hilton
va a Alemania e Italia. Y después estamos exportando mucho a Chile y a otros
países limítrofes como Brasil”, cuenta Grimaldi para quien “hay que trabajar
para aumentar las exportaciones y generar las divisas que el país necesita”.
Precios
y competitividad. En
esa línea, Grimaldi destaca que, aunque se comienzan a ver algunos números
positivos, el sector todavía requiere de cambios para mejorar su
competitividad y perfil exportador: “Hoy los números son muy finos, la
industria pelea los números día a día, no hay margen, se subsiste. Si sobre la
industria frigorífica no vienen cambios laborales y tributarios, no va a
arrancar. Nosotros no estamos atendiendo el mercado ruso de carne por una
cuestión de precios. Acá lo que el sector necesita es mejorar la
competitividad. El sector requiere una urgente reforma fiscal y tributaria,
unificar impuestos. Los gastos de exportación son tremendos, igual los fletes.
Con eso y ajustando un poco el tipo de cambio, tendríamos ventajas sobre la
región. También hay que terminar con la industria del juicio, si eso sigue, no
hay más industria real. El nivel de litigiosidad que tenemos es muy alto. En
costos, aunque parezca increíble, hoy competimos contra Paraguay. Un operario
acá cuesta US$2.000, US$2.500; en Brasil US$1.500; y en Paraguay, US$700”, detalla
Grimaldi.
Mensaje.
Con participación
en varias entidades empresariales, Grimaldi afirma que aún falta un espacio
con mayor peso entre los dirigentes corporativos: “Falta una gran cámara
empresarial, acá no hay fuerza. Un Moyano te para un país. Ningún país del
mundo se mueve con ese nivel de amenaza y violencia por parte de los gremios.
Hay un nivel de agresividad y conflicto muy grande. Así, las inversiones se
terminan yendo a Brasil y Paraguay”.
Carne de búfalo, una opción para Medio Oriente
Entre los muchos
proyectos que tiene Logros de cara al futuro (acaban de instalar un
laboratorio propio y ya hacen pruebas para contar con equipos de generación de
energía alternativa) asoma uno muy particular: la cría, faena y exportación de
carne de búfalo. Allí, la idea sería ganar parte de la cuota Hilton que el país
tiene asignado para ese tipo de ganado, unas 200 toneladas en total y que no
se cumplen. “Estamos trabajando para armar la primera planta habilitada para
exportación de búfalos. Hay un rodeo de 200 mil búfalos en el país, que es muy
poco, de los cuales nosotros tenemos 500 madres. Es un nicho para atender los
países de Oriente Medio. El objetivo es obtener un tonelaje para sumarnos a la
cuota Hilton de búfalo. El país tiene asignada una cuota que nadie la pide ni
desarrolla. Queremos desarrollarla y aprovechar ese nicho. Vamos a muchas
ferias en el mundo, ahí vemos lo que el mundo pide. Todo el mundo va al
volumen, en este caso nosotros queremos hacer cosas puntuales”, señala
Grimaldi. Según el empresario se trata de una carne sabrosa y magra: “no se le
incorpora la grasa adentro del músculo, es una carne muy sana, de bajo
colesterol. Los argentinos no la consumen porque no la conocen, a mí me gusta.
La estamos desarrollando en algunos restaurantes. Vamos a largarla en el hotel
Amerian de Carlos Paz con cortes como el bife, el lomo, la tapa de cuadril”,
anticipa.