Lucas Bovaglio se reconoce “muy ilusionado” con su nuevo rol de entrenador de Instituto, el cuarto equipo que dirigirá en la Primera Nacional luego de sus experiencias en Villa Dálmine, Atlético de Rafaela y Deportivo Morón.
También con su regreso a Córdoba, donde hace cinco años completó su carrera como futbolista e hizo su primera experiencia como DT de la Reserva en Talleres, en ambos casos con un final de vuelta olímpica. “Me encanta y a mi familia también. Es una de esas ciudades que te atrapan; ojalá podamos disfrutarla y quedarnos por mucho tiempo”, dice.
“Instituto es un hermoso desafío. Es un club que tiene una historia muy rica y la chance de dirigirlo me tentó enseguida, me movilizó”, señala Bovaglio. “Hay que despertar a un gigante y ponerlo de pie. No es sencillo, pero eso lo hace más atrapante”, añade el exdefensor que acredita dos ascensos a la máxima divisional de la AFA vistiendo la camiseta de Atlético de Rafaela.
“Lo que puedo prometer es seriedad y compromiso”, sostiene Bovaglio, quien firmó contrato por dos temporadas.
“Ojalá pronto podamos encontrar funcionamiento y resultados, pero primero hay que colocar los cimientos. Los últimos años no han sido buenos y me gustaría revertir eso. Un buen punto de partida es que Instituto vuelva a ser protagonista, un equipo importante de la categoría”, sostiene el rafaelino.
‘La Gloria’ iniciará en febrero próximo su decimosexta participación consecutiva en el ascenso.
BUEN ANTECEDENTE. Bovaglio viene de dirigir a Deportivo Morón. “Con un presupuesto bajo y poco recambio hicimos una muy buena campaña”, asegura.
Energía renovable
Tras su presentación en sociedad del lunes pasado, Bovaglio comenzó a familiarizarse con las instalaciones de La Agustina, donde se llevará a cabo la pretemporada, y a bosquejar el armado del próximo plantel junto al manager Federico Bessone y el coordinador de inferiores Daniel Jiménez, con quien compartió sus tiempos de jugador en Rafaela. “Es una persona de confianza a la que estimo y respeto mucho”, apunta sobre “Miliki”.
“Estamos viendo en qué podemos avanzar, porque a esta altura del año el mercado no es sencillo”, afirma el DT sobre las posibles incorporaciones. Y agrega: “La idea es trabajar con 30 jugadores y la renovación tiene que ser profunda. No es exacto, pero podríamos hablar de un 50% del plantel. Hay que buscar un recambio que renueve la energía y genere algo distinto”
-¿A qué jugará el Instituto de Bovaglio?
-Me identifico con los equipos que proponen y tratan de ser protagonistas, pero más que todo me gustan los que entienden los momentos del partido. Los que tratan de jugar bien pero también se ponen el overol cuando es necesario. No siento especular o cederle la iniciativa al rival, pero tampoco me caso con un estilo. En el fútbol hay que ser pragmático e inteligente.
-¿Cuáles serían las referencias?
-Me gusta ver al River de Gallardo, o los equipos de Heinze, Guardiola, Bielsa, Klopp o ‘el Tata’ Martino. Son los que me representan.
-¿Son viables esas ideas para una Primera Nacional?
-Es otro desafío demostrar que en esta categoría se puede jugar bien. Cada vez hay más equipos que lo hacen, inclusive en otros torneos del ascenso. Creo que el fútbol argentino va evolucionando hacia ese lado.
-También es una categoría sobre la que se han levantado muchas sospechas en los últimos tiempos.
-Sí. Muchas veces se habla más de lo extrafutbolístico y es una pena. El fútbol es el deporte más maravilloso que existe y aceptar la derrota es parte de él. Por ahí nos cuesta, sobre todo cuando advertimos que puede haber alguna influencia ajena al juego, y entonces explotamos y reaccionamos. Pero los que estamos en este ambiente creemos y confiamos en la honorabilidad de las personas, y uno desde su lugar trata de inculcar que los objetivos tienen que conseguirse con medios lícitos.
UN LUGAR CONOCIDO. Clementz, Bessone, Bovaglio y Jiménez, en el Ángel Sandrín. El nuevo DT de Instituto también fue jugador de básquet.
Fue la mano de Dios
El lunes pasado, horas después de haber sido oficializado como DT de Instituto, Lucas Bovaglio estuvo en el Ángel Sandrín presenciando el partido que ‘la Gloria’ le ganó a Argentino de Junín por la Liga Nacional de Básquetbol.
“Es un deporte que me gusta mucho”, afirma. Y cuenta que sus inicios en Atlético de Rafaela fueron con ‘la naranja’:
“Era muy chiquito, así que no tenía un puesto fijo”. El punto de inflexión en su vida deportiva sería el Mundial de México ’86: “Aquel torneo fue el disparador que me acercó al fútbol. El resultado exitoso y la figura de Diego Maradona hicieron que junto a un grupo de amigos nos contagiáramos e intentáramos hacer en un club lo que antes hacíamos en un campito”.
En 2005, siendo jugador de Atlético Unión Maracaibo, Bovaglio tuvo oportunidad de conocer personalmente a Maradona. Aquella vez el astro fue invitado a dar el puntapié inicial del Sudamericano Sub 17 que se disputó en Venezuela. “Después nos atendió en el hotel y se sacó fotos con todos los jugadores. Fue un momento espectacular”, rememoró el rafaelino.